Tras las vacaciones de Año Nuevo Chino, Pekín publica una ‘avalancha’ de datos que reflejan el comportamiento de la actividad económica del país entre enero y febrero. La Oficina Nacional de Estadística volcó las cifras duras este lunes y muestran que el gigante asiático tuvo un desempeño mejor de lo esperado a comienzos de año, pero todavía lejos de crecer “alrededor del 5%” este año, según el consenso de expertos.

La Oficina Nacional de Estadística (ONE) hace esto para evitar, supuestamente, las distorsiones que provocan en los datos el período vacacional tan largo (28 de enero al 4 de febrero) en el que los datos de consumo se ven engrosados por esta temporada festiva en el país.

Así, la inversión, el consumo y la producción industrial sacaron músculo en enero y febrero, lo que demuestra que la economía se ha mantenido resiliente, aunque todavía demanda más estímulos ante la guerra arancelaria desencadenada por el presidente de los Estados Undios, Donald Trump, que amenaza el crecimiento.

El enfoque de estímulo al consumo emprendido por el Politburó en septiembre parece que hizo su efecto. Las ventas minoristas registraron su mejor lectura desde el mes de octubre. En concreto, se incrementaron un 4% con respecto al mismo período de 2024. “Este incremento lo sitúa muy por encima de las expectativas del mercado”, aseguró el economista jefe de Gran China de ING Think, Lynn Song.

El pilar del estímulo al consumo radica en un ‘plan renove’ de electrodomésticos, automóviles, renovación y decoración del hogar, bicicletas y productos de electrónica. Según fuentes del Ministerio de Comercio chino, durante el año 2024 este plan de cambio de electrodomésticos impulsó las ventas en el sector por valor de 27.200 millones de euros. Así, dicen que casi 30 millones de consumidores se beneficiaron de las subvenciones para sus compras de electrodomésticos, elevando el volumen de ventas en 45,85 millones de unidades.

Para este año, una semana después de ‘Las dos Sesiones’ el Gobierno plantea otro gran plan de estímulo al consumo. La fórmula que emplearán será reducir las cargas fiscales de los ciudadanos para aumentar sus ingresos, entre otras cosas.

El inmobiliario no remonta

A pesar de que el Gobierno está haciendo esfuerzos ingentes por apuntalar el mercado de la vivienda, los precios han empeorado por primera vez en seis meses. Según los datos del ONE, en las 70 principales ciudades del país, excluyendo las viviendas subsidiadas por el Estado,cayeron un 0,14% desde enero. Asimismo, el valor de las viviendas usadas cayó un 0,34%, igual que el mes anterior.

Estas caídas en los precios son una señal de que el mercado inmobiliario todavía no ha tocado fondo, incluso cuando las ventas muestran indicios de ligera mejora. El economista jefe de China de Nomura, Lu Ting, advirtió en una nota que “los mercados no deben olvidar que el colapso del mercado inmobiliario aún no ha terminado”.

El precio de la vivienda usada cayó un 0,1% desde enero en las ciudades de primer nivel, lo que supone la primera bajada desde que las autoridades introdujeron el paquete de estímulo de compra en septiembre. Esto es otro indicador, ya que están ante una menor intervención de los gobiernos locales y las ventas de vivienda de segunda mano superan a las de pisos nuevos.

La industria también sorprende

El sector secundario, clave en la economía china, mostró un buen comportamiento durante los dos primeros meses del año. El valor añadido se incrementó un 5,9% interanual, frente al 5,8% de 2024. “Los recientes datos de exportación y de los gerentes de compras, aunque moderados, indicaron un inicio de año flojo para la actividad industrial. Sin embargo, la publicación de datos fidedignos mostró un crecimiento superior al previsto”, aseguró Lynn.

Asimismo, el crecimiento de la inversión creció un 4,1% en el primer bimestre de 2025 (en 2024 fue del 3,2% interanual). Estas cifras superaron por mucho las expectativas del consenso, que preveían un repunto similar al de 2024.

La inversión pública siguió siendo el motor del crecimiento, al incrementarse un 7%. La privada, por su parte, se mantuvo completamente estancada en el 0% a comienzos de año. Por categorías, la inversión en activos fijos en manufactura (9,0%) y servicios públicos (25,4%) se mantuvo como la principal fuente de fortaleza.

El temor y la cautela se apoderaron de las empresas extranjeras, hasta el punto de que la inversión tuvo una caída interanual del 10% entre enero y febrero. Lynn reiteró que, decara al futuro, “la principal preocupación es si la desaceleración de la demanda externa comenzará a afectar la actividad manufacturera en China”.

Lejos de crecer un 5% este año

El primer ministro chino, Li Quiang, anunció durante ‘Las dos Sesiones’ que el objetivo de crecimiento para este año volvía a ser “alrededor del 5%”. Tras cumplirlo el año pasado, el país ahora tiene mucho margen de maniobra ante la incertidumbre y los riesgos de una guerra arancelaria.

El consenso de Bloomberg, que agrupa las predicciones macroeconómicas de los principales analistas privados, estima que este año el gigante asiático crecerá un 4,5%. Song Lyyn estima que el crecimiento del 4,9% que pronostican de ING tiene elementos sólidos que lo sostienen con estos datos. Por su parte, desde Oxford Economics mantienen una expansión del PIB chino del 4,8% para el primer trimestre de este año. “

Los economistas de Bloomberg, Chang Shu y David Qu, advirtieron de que, a pesar de que los datos superan las expectativas del mercado, “es importante tener en cuenta que el listón está bajo, lo que refleja que los días de rápido crecimiento de la economía china quedaron atrás”.

En perspectiva, las tasas de crecimiento intermensual promedio de la producción industrial fueron del 0,51% y de las ventas minoristas del 0,76% en el período 2025-2019. “La inversión del sector privado también fue mucho mayor”, recuerdan.

La economía china estaba atravesando una serie de problemas estructurales internos que lastraban su crecimiento. Ya no sólo a causa de la crisis inmobiliaria y una caída del consumo interno, sino de un alto nivel de paro juvenil o envejecimiento de la población. A esto hay que añadir los factores externos. El incremento de 20 puntos porcentuales de los aranceles estadounidenses “comenzará a afectar a la demanda de exportaciones chinas en los próximos meses”, dicen los expertos de Bloomberg.

La economista principal para China de Oxford Economics, Louise Loo, se mantiene más prudente con respecto a las políticas arancelarias y su repercusión sobre la segunda economía del mundo. Reitera que las consecuencias sobre las exportaciones y la producción nacional de los aranceles de Donald Trump “esté todavía en pañales” y, por tanto, no ve clara una predicción.

El objetivo de este año del gabinete económico de Xi Jinping es incrementar el déficit fiscal, concretamente hasta el 4% del PIB, para emitir los estímulos necesarios que la economía necesita. Asimismo emitirán “bonos gubernamentales especiales” para aumentar la capacidad de préstamo.

Fuente: Revista El Economista

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