El tibio recibimiento del último disco de la cantante latina Jennifer López, “This Is Me… Now”, ha dejado algo en claro: la nacida en El Bronx ha pasado a segundo plano dentro del actual terreno musical.
Y es que a pesar de anunciar con “bombo y platillo” la llegada de un nuevo disco, luego de más de 10 años de no publicar nuevo material discográfico, tras “A.K.A.” en 2014, el nuevo álbum de la intérprete de “On The Floor” no obtuvo el éxito esperado al no poder superar la posición número 38 del Top Billboard. De igual manera, el material audiovisual homónimo que acompañó a su disco, así como el documental que narra todo el desarrollo del mismo, “The Greatest Story Love Never Told”, no lograron conectar con el público y la crítica.
Aunado a lo anterior, se reveló en semanas previas que la cantante se vio obligada a cancelar 7 conciertos, en diversas ciudades de Estados Unidos, debido a una supuesta baja venta de boletos. Ante esto, y a pesar del fracaso del disco, la cantante habría tomado una decisión radical para tratar de “maquillar” su fracaso: cambiar el nombre de su gira.
Fuente: eldiariony.com