Sin ideas claras y en una versión muy floja, Independiente perdió 2-1 en la visita a Arsenal de Sarandí, que no tuvo el estreno de Federico Vilar Baudena como entrenador, en reemplazo del Moncho Ruiz, pero lo vio en el estadio Julio Humberto Grondona y ya dirigirá el próximo duelo. Así, se abrió la fecha N°17 del Torneo de la Liga.
El Rojo, conducido por Ricardo Zielinski, marcha 22° en el certamen, sobre 28 equipos, mientras que su rival de la zona está penúltimo. En la noche del Viaducto, el mejor fue el dueño de casa, que llegaba con más problemas a cuestas, con el riesgo del descenso latente, y así Independiente perdió luego de tres fechas sin conocer la derrota.
Ambos sumaban apenas tres victorias en 16 encuentros, pero los seis puntos más que tenía Independiente se debían a sus ocho empates, frente a solo dos de Arsenal. Esta vez volvió a cantar victoria el de Sarandí, tras cuatro jornadas sin hacerlo.
El Rojo, que esta vez vistió camiseta blanca y de rojo actuó el local, quedó abajo desde el inicio, por un gol en contra de Joaquín Laso. Sin conexiones interesantes, sin claridad ni precisión a la hora de intentar generar jugadas de ataque, en el primer tiempo sólo Martín Cauteruccio, el goleador por escándalo del equipo, con nueve tantos, logró generarse un par de chances por su cuenta.
Sobre el cierre del período inicial, Lucas Souto fue muy fuerte contra Ayrton Costa y el lateral del local debió ser amonestado. Pero el árbitro, Fernando Espinoza, que pareció que iba a mostrarle la amarilla, no lo hizo y así el jugador no fue expulsado, porque ya había visto una amarilla. Fue reclamo generalizado de la visita y finalmente la amonestación la recibió Zielinski.
En la segunda etapa, el experimentado DT visitante realizó dos cambios para intentar llegar más y mejor al arco de Arsenal, poniendo primero al colombiano Mauricio Cuero en lugar de Javier Vallejo y al rato al ecuatoriano Juan Cazares por Kevin López.
Y cuando Independiente quería ser más claro y punzante, en un ataque de Arsenal llegó el segundo gol de la noche, vía Facundo Pons. Sin dudas, el Rojo ganó en apuro y desesperación y eso le generó mayor dolor de cabeza.
Faltando 15 minutos, se perdió el descuento Independiente, de contragolpe casi mete el tercero Arsenal y, en la siguiente jugada, Matías Giménez festejó tras una buena definición y le dio una luz de esperanza al Rojo. Ese tramo final fue casi de ida y vuelta, pero las carencias de la visita lo complicaron y se quedó con las manos vacías.
Desde la llegada de Zielinski, Independiente llevaba 10 partidos seguidos sin ganar en el certamen local y con él como técnico apenas había perdido uno de cinco duelos y llevaba tres sin caídas, pero este jueves fue derrota frente a Arsenal, el rival que cortó la serie de cuatro caídas seguidas. Así, fue decepción del Rojo y alegría y aire puro para el local, que lucha por evitar la pérdida de la máxima categoría. (D)
ESPN.