Huevos, legumbres y otros cuatro alimentos que fortalecen el cerebro de los niños

Los primeros años en la vida de una persona son claves para su salud integral en el largo plazo. Y en esa línea, la alimentación juega un rol fundamental en el desarrollo de los bebés niños. No sólo porque los hábitos alimentarios saludables se construyen desde la primera infancia, sino porque de ellos dependerá el estado físico y mental en la vida adulta.

Así lo demuestra la evidencia científica: varios estudios dan cuenta de que una dieta nutritiva en la infancia es clave para promover el bienestar a largo plazo de un niño, y los alimentos que se incorporan en esta etapa pueden afectar su cognición, temperamento, habilidades motoras y desarrollo del lenguaje.

La doctora Uma Naidoo es psiquiatra nutricional, experta en cerebro y miembro del cuerpo docente de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, y en un reciente artículo aseguró que “los alimentos ricos en ácidos grasos Omega-3, ácido fólico, hierro, yodo, zinc, colina y vitaminas A, B12 y D respaldan la función cerebral, el comportamiento y el aprendizaje.

Por otra parte, resaltó que “evitar los alimentos procesados con azúcares añadidos también es fundamental”.

Distintas investigaciones ya habían señalado las secuelas que generan esta clase de alimentos bajos en nutrientes y ultraprocesados. Según los expertos, son culpables de: obesidad, enfermedades cardíacas, cáncer, problemas circulatorios y diabetes, entre otras patologías. Con lo cual, tanto la calidad como la extensión de la vida de sus consumidores se puede ver seriamente afectada.

Además, según un reciente estudio, los alimentos ultraprocesados son los responsables de generar un deterioro cognitivo.

Y a sabiendas de que los niños pueden ser quisquillosos a la hora de incorporar ciertos alimentos a su dieta, la especialista de Harvard resaltó que en este punto “los padres tendrán que ser creativos”. Y enumeró una lista de seis alimentos que serán de gran ayuda para el cerebro de los más chicos y los ayudarán a mantenerse alerta y concentrados.

Los batidos son una forma sabrosa y original de incorporar muchos nutrientes en la dieta de un niño, e incluso “disfrazar” alimentos que normalmente se negarían a comer. “El sólo hecho de llamarlo ‘batido’ ya captará su atención”, aseguró la psiquiatra.

Para obtener el mejor batido de superalimento, la experta recomendó: “Agregue verduras de hoja verde ricas en folato y fibra como la espinaca o la col rizada, junto con semillas de chía o nueces para obtener ácidos grasos Omega-3 de origen vegetal, fibra y proteína. Luego agregue una palta para obtener grasas saludables, seguido de arándanos ricos en antioxidantes”.

Y sumó: “Agregar yogur natural sin azúcar también puede aumentar la cremosidad de su batido, los niveles de proteína y los probióticos saludables para el intestino que mejoran el estado de ánimo”.

2- “Papas fritas” vegetarianas caseras

Comer una variedad colorida de vegetales es muy importante para obtener suficiente fibra fitonutrientes, así como para alimentar tanto la salud intestinal como la salud mental.

Si se puede evitar la fritura con aceite, los hornos de freidora de aire agregan una textura crocante y crocante a los alimentos sin freírlos. La especialista recomendó usarlos para hacer “papas fritas” de calabaza, zanahoria o cualquier vegetal.

3- Hummus casero

“Las legumbres son fuentes saludables de origen vegetal de hierro, zinc, proteína y fibra, que benefician el desarrollo del cerebro”, aseguró Naidoo.

Y tras asegurar que “el hummus casero es una forma versátil de incorporar legumbres en la dieta de los niños”, destacó que “se puede servir de muchas maneras, como un aderezo combinado con palitos de zanahoria, apio en rodajas finas, etc”.

Además, aconsejó que “agregar un poco de color a su hummus puede hacerlo más atractivo para los niños”. “Un hummus de zanahoria de color naranja brillante o un hummus de remolacha de color morado oscuro”, sostuvo.

4- Salmón

Alentar a los niños al consumo de pescado a una edad temprana puede aumentar su probabilidad de disfrutarlo y comer proteínas bajas en grasa y ricas en vitaminas por el resto de su vida.

“El salmón es lo suficientemente suave para los niños pequeños, y también es una buena fuente de vitamina B12 y Omega-3, que promueven un desarrollo cerebral saludable y un estado de ánimo más feliz”, aseguró la experta.

5- Huevos

Los huevos enteros son una excelente fuente de vitaminas A, D y B12 que estimulan el cerebro, junto con la colina. “La colina es especialmente importante para los niños pequeños, ya que se ha demostrado que mejora el desarrollo del cerebro y la memoria a largo plazo”, según explicó la psiquiatra de Harvard.

La especialista recomendó comprar huevos de campo o granja: “un estudio encontró que los huevos de pastoreo pueden tener el doble de vitamina E y casi tres veces más Omega-3 que los huevos de jaula”, dijo.

6- Albóndigas

Incorporar un poco de fibra poderosa de origen vegetal y vegetales nutritivos en la dieta de los niños a través de las albóndigas puede ser una buena idea, aseguró Naidoo.

Y recomendó: “Comience con una base de frijoles (o porotos), lentejas o pollo molido. Luego agregue espinacas ralladas o calabacín rallado. Use semillas de lino para unir los ingredientes para agregar Omega-3 y agregue especias. Hornear las albóndigas, en lugar de freírlas, es la forma más saludable de cocinarlas”.

 

Fuente: Infobae

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