El gremio turístico tiene la expectativa de que la extensión del feriado de Año Nuevo a cinco días, del 1 al 5 de diciembre, impulse la ocupación hotelera y actividad económica alrededor del turismo, un sector que ha estado altamente golpeado en los últimos años, en especial, por la inseguridad.
Durante los días de feriado, el Impuesto al Valor Agregado (IVA), bajará del 15% al 8%, informó el Ministerio de Turismo, el 6 de diciembre.
Para el presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Turismo de Ecuador (Fenacaptur), Holbach Muñetón, estos cinco días de feriado representan una oportunidad de reactivación económica para el sector, que hay que aprovechar con la organización de actividades que atraigan al turista, como ferias o conciertos, en las diferentes ciudades.
Muñetón recalca que hay que apostarle al turismo nacional, puesto que la llegada de turistas internacionales está a la baja.
“Estos días adicionales van a servir para que las personas puedan planificar mejor, viajar con tranquilidad”, señala el representante gremial, para quien esto es muy importante en momentos en que la salud mental del ecuatoriano está muy afectada por los problemas que afectan al país, como la inseguridad y los cortes de luz.
“Ojalá se movilicen más de 1 millón de personas y se logre una dinamización de la economía del país por encima de los USD 100 millones”, estima Muñetón.
El representante del gremio hotelera añade que prevén un incremento en ventas de entre 10% y 20%, frente al feriado de noviembre.
Ocupación hotelera
El presidente de la Federación Hotelera del Ecuador, Mauricio Letort, espera que el efecto de este anuncio del Gobierno se vea hasta finales de la próxima semana, con un incremento en las reservas hoteleras para el feriado de Año Nuevo.
Letort prevé que esto permita una reactivación de la ocupación hotelera en provincias costeras como Esmeraldas y Manabí, que han estado muy perjudicadas por la inseguridad.
Añade que hay datos esperanzadores de seguridad en Esmeraldas, que muestran una reducción de la violencia, aunque “lamentablemente se ha trasladado hacia cantones del sur del país”. Durante el feriado de noviembre, esta provincia tuvo una ocupación de entre 40% y 60%. “Esperamos que en este feriado logre estar entre 70% y 80%”, estima Letort.
En Manabí, prevén una reactivación en zonas que han estado a la baja como Bahía de Caráquez. Otras cantones manabitas como Pedernales ya tienen reservas hoteleras para las fiestas de Fin de Año y Año Nuevo, asegura Letort.
También, añade el representante del gremio hotelero, hay la expectativa de que aumente la ocupación y se active el turismo en las provincias amazónicas, donde por lo general, las cifras son bajas, por el estado de las carreteras y la misma inseguridad.
En Santa Elena, las expectativas de los gremios turístico y hotelero son altas, puesto que comúnmente es la provincia con las mejores ocupaciones hoteleras en este feriado. Por lo que esperan que los hoteles, incluso los espacios de Arbnb, se llenen al 100%.
“En Olón, ya hay alojamientos con reservas completas, incluso de estadías largas”, comentó el presidente de la Federación Hotelera.
También hay altas expectativas con ciudades de la Sierra como Cuenca, en Azuay, y Baños de Agua Santa, en Tungurahua, que vienen haciendo un fuerte trabajo turístico.
Por el contrario, en Quito y Guayaquil suelen caer las ocupaciones para estas fechas, porque los hoteles se mueven más por el negocio corporativo.
Impacto de los apagones
Son buenas noticias para un sector que en los últimos dos meses ha tenido una caída en ventas cercana al 30% debido a los cortes de luz, explica Holbach Muñetón, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Turismo de Ecuador.
“El costo en pérdidas por cada hora de apagón está entre USD 250.000 y 300.000, en el sector turístico. Ha sido mortal, pero hay que seguir”, añadió Muñetón, quien espera que el Gobierno cumpla su promesa y los apagones se acaben en este mes de diciembre.
Letort añade que, aunque por normativa los hoteles de cuatro y cinco estrellas deben tener plantas eléctricas, el impacto en costos es muy fuerte. “Es tres veces más alto que el costo del servicio eléctrico estatal, por el costo del diésel y el mantenimiento de los equipos”, explicó.
Fuente: primicias.ec