La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha afirmado este jueves que los nuevos aranceles anunciados por la Casa Blanca para la mayoría de sus socios comerciales, que afectan en un 20% al bloque europeo, son “un duro golpe para la economía mundial”, en el marco de la guerra comercial abierta por la Administración de Donald Trump para aplicar su agenda proteccionista. China, por su parte,
“El anuncio de Trump sobre aranceles universales para todo el mundo, incluida la UE, supone un duro golpe para la economía mundial. Lamento profundamente esta decisión”, ha declarado durante una conferencia de prensa que ha realizado esta madrugada desde Samarcanda, Uzbekistán, donde se encuentra de viaje oficial para participar en la primera cumbre bilateral entre la Unión Europea y la región de Asia Central.
Von der Leyen ha pedido “pasar de la confrontación a la negociación”, mientras que ha defendido la labor del comisario de Comercio, Maros Sefcovic, que “mantiene un diálogo permanente con sus homólogos estadounidenses”. “Trabajaremos para reducir las barreras, no para aumentarlas”, ha dicho tras considerar que “existe una alternativa” y que “no es demasiado tarde para abordar las preocupaciones mediante negociaciones”.
Durante su intervención, ha aclarado “las inmensas consecuencias” de las medidas arancelarias de la Administración Trump, aseverando que “la economía mundial sufrirá enormemente, la incertidumbre se disparará y desencadenará un mayor proteccionismo”, y “las consecuencias serán nefastas para millones de personas en todo el mundo, incluidos los países más vulnerables que están sujetos a algunos de los aranceles más altos”.
“Se sentirán de inmediato. Millones de ciudadanos se enfrentarán a facturas de supermercado más altas. Los medicamentos costarán más, al igual que el transporte. La inflación aumentará. Y esto perjudica especialmente a los ciudadanos más vulnerables. Todas las empresas, grandes y pequeñas, sufrirán desde el primer día. Desde una mayor incertidumbre hasta la interrupción de las cadenas de suministro y una burocracia engorrosa”, ha declarado.
“No hay solución clara a la complejidad”
La jefa del Ejecutivo comunitario ha expresado que “no hay solución clara a la complejidad y el caso que se está creando a medida que todos los socios comerciales de EEUU se ven afectados”, aunque ha afirmado que “el sistema comercial global tiene graves deficiencias”.
“Estoy de acuerdo con Trump en que otros se están aprovechando injustamente de las normas acutales. Y estoy dispuesta a apoyar cualquier esfuerzo para que el sistema comercial global se adapte a las realidades de la economía mundial. Pero también quiero ser claro: recurrir a los aranceles como primera y última herramienta no lo solucionará”, ha zanjado. Ante esta situación, ha aseverado que los Veintisiete están “preparados para responder” y ha explicado que están “ultimando un primer paquete de contramedidas en respuesta a los aranceles al acero” y que están preparando “nuevas contramedidas para proteger” los intereses en el caso de que “las negociaciones fracasen”. “También estaremos muy atentos a los posibles efectos indirectos de estos aranceles”, ha añadido.
Asimismo, ha destacado que Europa cuenta con el mercado único más grande del mundo (450 millones de consumidores), al que ha descrito como un “refugio en tiempos difíciles”, y ha prometido que “apoyaráa los directametne afectados”. “Ya hemos anunciado nuevas medidas para apoyar a los sectores del acero y el automóvil. La semana pasada, limitamos la cantidad de acero que se puede importar a Europa sin aranceles. Esto dará más margen de maniobra a estas industrias estratégicas”, ha enumerado.
A falta de conocer cuál serán las medidas que sopesa Bruselas, Sefcovic trabaja en una lista de productos estadounidenses que gravar en represalia al 25% que Washington impone al acero y al aluminio. Este paquete, con un impacto potencial de 26.000 millones de euros según estima Bruselas, será discutido por los ministros de Comercio europeos el próximo lunes, 7 de abril, en una reunión extraordinaria en Luxemburgo, aunque su tramitación llevará algo más de tiempo y se espera que estén listos en la segunda mitad de abril.
De manera separada, el Ejecutivo comunitario debe “calibrar” la respuesta “fuerte y proporcionada” con la que el bloque responderá a los aranceles que Trump defiende como “recíprocos” y que justifica como una reacción a políticas como la del IVA en los países de la UE. Fuentes comunitarias sostienen que todas las opciones están sobre la mesa, pero han evitado aclarar si explorarán nuevos aranceles o se baraja activar por primera vez el mecanismo contra presiones económicas de terceros países.
China ultima represalias para “salvaguardar” sus intereses
China expresó también su “firme oposición” a los aranceles recíprocos anunciados por Trump y prometió represalias para “salvaguardar” sus derechos e intereses. “China se opone firmemente a los aranceles y tomará contramedidas para salvaguardar sus derechos e intereses. Los gravámenes ignoran las normas del comercio internacional y socavan gravemente los derechos e intereses legítimos de las partes implicadas”, señaló un portavoz de la cartera de Comercio en un comunicado.
Trump anunció el miércoles que su administración impondrá un arancel recíproco a países de todo el mundo, incluyendo uno del 34% para China, que se suma a las tasas del 20% ya vigentes, con lo que las importaciones chinas estarán sujetas a un gravamen total del 54%. El portavoz agregó que la medida “ignora el equilibrio de intereses alcanzado en las negociaciones comerciales multilaterales a lo largo de los años” y “el hecho de que Estados Unidos se ha beneficiado enormemente del comercio internacional durante mucho tiempo”.
“EEUU ha establecido estos aranceles basándose en evaluaciones subjetivas y unilaterales. Se trata de una práctica unilateral más de intimidación. Muchos socios comerciales han expresado su firme insatisfacción y una clara oposición a los gravámenes”, prosigue la nota oficial. Asimismo, el portavoz argumenta que “los aranceles no resolverán los problemas de EEUU” y que “solo perjudicarán a los propios intereses estadounidenses, además de poner en peligro el desarrollo económico global y la estabilidad de las cadenas de suministro”.
“Nadie gana en una guerra comercial, el proteccionismo no tiene salida”, añade la portavoz de Comercio, que insta a EEUU a “cancelar de inmediato sus aranceles unilaterales” y a “resolver adecuadamente las diferencias con sus socios comerciales mediante un diálogo equitativo”. A principios de marzo, China anunció aranceles del 10% y el 15% a productos agropecuarios procedentes de EEUU en respuesta a los gravámenes del 20% que Trump impuso a los productos del país asiático.También agregó un grupo de empresas estadounidenses a su lista de control de exportaciones y otro a su lista de entidades poco confiable.
Un mes antes, y en respuesta a una primera tanda de aranceles de Trump, China anunció gravámenes 10% y el 15% a ciertos productos estadounidenses, además de establecer nuevos controles a las exportaciones de minerales clave y abrir una investigación contra el gigante tecnológico estadounidense Google.En su primera presidencia (2017-2021), Trump mantuvo una relación tensa con Pekín al imponer varias rondas de aranceles por valor de unos 370.000 millones de dólares anuales, a lo que China respondió con gravámenes a las exportaciones estadounidenses.
Fuente: Revista El Economista