Esta será la mayor superpotencia económica mundial en 2080: las claves de un gigante demográfico

Según el informe ‘El camino hacia 2075: tamaño y oportunidades del mercado de capitales’ de Goldman Sachs, en lo que refiere a al PIB nominal de cada país, en 50 años más el poderío económico del mundo estará en manos de tres gigantes: China, India y Estados Unidos. Aunque los pronósticos del Centro de Investigaciones Económicas y Empresariales (CEBR, por sus siglas en inglés) apuntan a que India desplazará a China del trono y se convertirá en la superpotencia en 2080.

“Durante las próximas dos décadas, la tasa de dependencia de la India será una de las más bajas entre las economías regionales“, dijo Santanu Sengupta, economista de India de Goldman Sachs Research.

Actualmente, India es la quinta economía más grande del mundo. Además, de que cuenta con la mayor población a nivel mundial (1.400 millones de habitantes) con una creciente clase media, lo que también impulsa el pronóstico es el progreso del país en innovación y tecnología, una mayor inversión de capital y una mayor productividad de los trabajadores, explica Goldman Sachs.

En el desglose, es una de las pocas potencias con armas nucleares, y un país que recientemente desplazó a China como el más poblado del mundo y se convirtió en el primero en la historia en aterrizar con éxito en el polo sur de la Luna.

“India será una superpotencia: cuenta con una gran base de consumidores y una población muy joven”, señala a la BBC Pushpin Singh, economista sénior de la consultora londinense CEBR.

Según la consultora CEBR “se espera que India mantenga un crecimiento sólido de alrededor del 6,5% entre 2024 y 2028, y pase a ser la tercera economía más grande del mundo para 2032, superando a Japón y Alemania. En esta línea, las proyecciones para finales de siglo prevén que India surja como la mayor superpotencia económica mundial, con un producto interno bruto (PIB) un 30% mayor que el de Estados Unidos para 2080″.

Claves del crecimiento indio

Para entender este fenómeno hegemónico del gigante demográfico, es necesario destacar sus objetivos, como el de querer convertirse en el líder del llamado ‘sur global’, un término utilizado para referirse a países en desarrollo de Asia, África y América Latina que quieren tener más peso en asuntos globales.

Por otra parte, India apuesta por “multialineamiento estratégico” (una política exterior que es más pragmática que ideológica), dejando atrás su histórica posición dentro del Movimiento de Países No Alineados. Así ha pasado a conformar el selecto grupo ‘BRICS, concepto que fue acuñado por Goldman Sachs y que corresponde a las futuras economías en crecimiento con alianzas geopolíticas fluidas.

Al mismo tiempo, la diáspora india refuerza el crecimiento del país. Según la ONU, son 18 millones, pero Nueva Delhi asegura que hay 30 millones de indios en el extranjero (si se incluyen aquellos que han renunciado a su nacionalidad, pues el país no permite la doble nacionalidad). Viven principalmente en los países del golfo Pérsico, Estados Unidos, Reino Unido y Canadá.

Estos migrantes se han convertido en una gran fuerza económica. En 2023 enviaron a su país casi 125.000 millones de dólares en remesas, alrededor del 3,4% del PIB del país, convirtiendo a India en el principal receptor de remesas internacionales en el mundo, sentencia la BBC.

Proceso electoral con 1.000 millones de personas

India se suma a la fiesta democrática mundial. El gigante asiático está viviendo el proceso electoral más grande nunca antes visto. Y es que a las urnas se espera que llegen 1.000 millones de personas a votar.

Los comicios, que comenzaron el 19 de abril y se extenderá hasta el 1 de junio, serán claves para lograr las ambiciones económicas del país, que son cada vez mayores.

Al respecto, según las encuestas, se espera que la mayoría del electorado opte por concederle al primer ministro Narendra Modi un tercer mandato. Modi tiene la ventaja de que durante su mandato la posición global de India ha mejorado y sus relaciones con Estados Unidos se han afianzado.

Fuente: Revista El Economista

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