Entrar o salir de Monte Sinaí se complica aún más por lluvias: más de una hora tarda trayecto en bus

Embarrados de lodo, Susana y sus dos hijos salieron de la cooperativa Ebenezer en Monte Sinaí, noroeste de Guayaquil, para tomar un bus en la avenida Casuarina.

Virginia Jiménez es maestra en una escuela en la cooperativa Realidad de Dios, una de las últimas en Monte Sinaí.

Ella sale de su casa en el Guasmo sur a las 05:00 para llegar a la Entrada de la 8, en la vía Perimetral, a las 06:00. Ahí viene su “tormento”, dijo, pues le toca “rogar” que no haya ningún accidente, algún vehículo dañado o algún hecho delictivo.

“Si hay alguna de esas tres cosas, uno puede estar hasta 3 horas para llegar hasta el fondo, toda la Casuarina. La otra vez que mataron a los motociclistas fueron tres horas para entrar”, recordó la mujer.

Añadió que regularmente es una hora embarcada en el bus, con sube y baja, debido al daño de las calles en la zona de Voluntad de Dios y Realidad de Dios.

Ella comentó que los buses que avanzan hasta la parte donde termina Monte Sinaí son las líneas 151, 123 y la 14, pero de ahí deben caminar Lomas para llegar a planteles, lugares de trabajo o residencias.

“Queremos que arreglen las vías, al menos los sectores críticos porque aquí llegamos a trabajar, salen también habitantes de este sector y es un suplicio, recién empiezan las lluvias fuertes, entonces esto se hará peor”, lamentó la educadora.

Otra educadora que entra todos los días a Monte Sinaí indicó que cuando hay incidentes ligados a la seguridad, como muertes violentas, el tránsito se complica más. En este año lectivo ha tenido que experimentar el caos que se armó por dos muertes violentas que hubo en la avenida principal de la Casuarina.

Asimismo, conductores de buses y de motocicletas de la zona explicaron que las condiciones del suelo están pésimas y que solicitan se mejoren porque se están destruyendo los vehículos.

“Ya no sabemos si hacer un plantón o cómo hacer para que llegue el pedido de que las calles están complicadas, la lluvia las daña más, ya no se podrá ingresar si sigue lloviendo fuerte”, comentó Carlos Zambrano, conductor de una motocicleta que da el servicio de transporte.

En unas calles que funcionan como principales para entrar a las cooperativas hay hombres que se ponen a tapar los huecos, que con las lluvias se han hecho más grandes.

El peso de tanqueros y de los buses también incide para que esas calles se deterioren y sea complicado para los vehículos livianos que circulan.

 

Fuente: El Universo

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