El exprimer ministro italiano y presidente del Institut Jacques Delors, Enrico Letta, aseguró en el XI Foro Industrial-Megatendencias: ‘Industria y Competitividad’, organizado por elEconomista.es, que las políticas arancelarias que pretende imponer Donald Trump a los países europeos va a ayudar a “impulsar la unión financiera e industrial” en el Viejo Continente. Lo que servirá como aliciente a las autoridades para que pongan todavía más el foco en trabajar con ahínco para incrementar la competitividad del denostado sector secundario europeo y plantar cara a los aranceles.
En este sentido, reiteró que respecto al mercado trasatlántico, este segundo mandato de Trump va a ser “más complicado” pero “positivo”. “Está claro que la presión que va a llegar de EEUU va a ser una presión con la que podamos superar nuestras estúpidas fronteras”, dijo.
El experto reiteró en la entrevista que la diferencia entre Estados Unidos y la Unión Europea en términos industriales está en la atracción del capital privado. “En el 2013, en EEUU la cantidad de inversión pública era la misma cantidad que la privada. Hoy, la inversión privada se ha multiplicado por tres. Nosotros, en Europa, no tenemos un mercado financiero lo suficientemente integrado para pagar la financiación de la industria”.
Precisamente, en torno a esa necesidad de establecer una unión financiera gira el informe de alto nivel que en junio de 2023 el Consejo Europeo le solicitó. Una de las conclusiones que sacó Letta, tras haber consultado a expertos, políticos y empresas de toda Europa, es que el siguiente paso que debe dar la Unión Europea para avanzar en términos de competencia y en la búsqueda de nuevas oportunidades es en la unión de los mercados financiero, energético y las teleconomuncaciones.
Por su parte, también reivindicó durante el diálogo la necesidad de establecer “un equilibrio” entre la descarbonización de la industria y la competitividad. Refiriéndose a la descarbonización, Letta reiteró que “es una estrategia que hemos decidido tener”, pero recalcó que hay una “el elemento crucial” que es cómo ayudar a la recuperación industrial en Europa y cómo acompañarla ayudando a las consecuencias sociales.
A lo que se refiere con estas declaraciones es que la descarbonización implica a todos los sectores de la economía: “No podemos decir a los agricultores o a los trabajadores de la industria del automóvil que van a perder puestos de trabajo. Hay que acompañar estas estrategias y financiarlas con un gran plan” que permita hacer competitiva a la industria, dijo.
“Creo que tenemos que tener los dos en equilibrio, pero la única posibilidad es tener la forma de financiarlo, a nivel europeo, con dinero público como a nivel privado” y para eso, asevera, “los servicios financieros tienen que estar integrados en Europa”.
Lo que está claro para el experto es que tanto China como EEUU son los principales competidores de Europa. La industria del automóvil ya ha superado, con creces a la europea. Por su parte, en Estados Unidos cuentan con la ley de Reducción de la Inflación (IRA) de 2022, que ofrece un gran impulso para su industria.
Precisamente, preguntado por este programa, Letta explicó que está basado en “créditos fiscales” y que en Europa “es imposible” algo así porque los créditos fiscales “solo se pueden dar a nivel nacional”. Por eso ve necesario que se amplíe un sistema financiero y tributario a nivel europeo.
Cambio de paradigma
Letta reiteró que el cambio de paradigma es real en Europa. El hecho de que la renombrada presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von Der Leyen haya adoptado como hoja de ruta a seguir tanto su informe como el de Mario Draghi suponen un paso muy importante en la dirección que van a tomar actualmente las políticas de la Unión Europea.
“Estoy encantado de que hayamos tomado esta decisión de parar, y que la parte financiera y la industria estén en el centro. Parar esta locura y mejorar la industria y las finanzas, porque, sin eso, en Europa no será fácil el desarrollo”.
En líneas generales, el experto politólogo recalcó que hay que desterrar la idea preconcebida de que “Estados Unidos tiene el liderazgo financiero, los chinos en la industria manufacturera y nosotros, los europeos, somos el cerebro y la creatividad”. Aseveró que este pensamiento “es el mayor error de la historia y ahora estamos viendo las consecuencias tanto en lo financiero como en lo industrial”.
“Estados Unidos es muy bueno en los intangibles, y nosotros -europeos- tenemos grandes dificultades en ese sentido”. Es por eso que manifestó su alegría de que la Comisión Europea decidiese trabajar en estos puntos. “Esta legislatura tiene que ser la legislatura de la quinta libertad. Conectar mercados financieros con la innovación”.
El ‘Estado 28’
Otro de los elementos que hacen menos competitivo al Viejo Continente son las numerosas legislaciones mercantiles que hay en cada uno de los países. Para ello, Letta se refirió a una de las propuestas que enuncia en su informe: “La creación de un Estado número 28”.
Un Estado virtual que gestione la Ley Industrial europea. “Para mí eso sería algo que realmente ayudaría mucho” dijo, porque sin duda las empresas preferirían tener “este pasaporte sin bandera nacional”. Lo que hace que no tengan que hacer frente a las diferentes leyes mercantiles que existen en cada uno de los miembros. “Creo que estas son las ideas pragmáticas que hay que poner sobre la mesa”, sentenció.
Dentro del mantra de “eliminar fronteras”, Letta también ha referido a las fusiones entre empresas de distintos países como elemento clave, para así poder ganar músculo en los distintos sectores económicos. Insistió en que la visión adecuada “es la europea, no la nacional”.
Ejemplificó con lo ocurrido con la entrada de la entidad bancaria Unicredit (Italiana) en Commerzbank (alemana), a la que se opusieron los germanos. También nombró la negativa de Bruselas a la opa de Ganz-Mavag (consorcio público-privado húngaro) sobre Talgo. “Se habla en los medios de fusiones transfronterizas, pero en la Unión Europea no hay fronteras, están solo en nuestra mente y si los políticos y nosotros seguimos pensando así, se va a estropear todo”, sentenció.
Fuente: Revista El Economista