La Cámara Baja alemana ha aprobado a iniciativa del Gobierno del canciller Olaf Scholz un paquete de medidas destinado a la reducción de la burocracia para aligerar las cargas de papeleo a empresas y ciudadanos, y que supondrá un ahorro económico de casi 1.000 millones de euros anuales.

Tal y como recoge EFE, la legislación ha salido adelante gracias los votos de los partidos del Gobierno -compuesto por el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), Los Verdes y el partido liberal (FDP)- y a los del principal grupo parlamentario de la oposición, formado por la Unión Cristianodemócrata (CDU) y la Unión Socialcristiana (CSU) y supone ya el cuarto paquete del Ejecutivo de Scholz con el que busca reducir el peso de la burocracia en la economía.

Entre otras cosas, la ley plantea simplificaciones para las gestiones de los asesores fiscales, acorta de diez a ocho años los periodos de conservación de los documentos contables de las empresas y supone el fin de la obligación de firmar a mano un formulario especial de inscripción al pernoctar en hoteles. Se estima que sólo la primera de esas medidas eliminará la necesidad de enviar 116 millones de cartas entre asesores fiscales y autoridades. Según los promotores de la ley, la nueva legislación permitirá un ahorro de 994 millones de euros anuales a empresas y ciudadanos.

Además, la normativa fomenta las gestiones digitales, pues permite a las empresas, entre otras cosas, digitalizar sus procesos de administración de personal. El ministro de Justicia de Alemania y principal impulsor del paquete de medidas, el político liberal Marco Buschmann, ha explicado en su cuenta en la red social X que su país da con la nueva legislación “un giro en la reducción de la burocracia”.

El FDP celebra, entre otras cosas, que estas medidas favorecen “la digitalización en lugar del caos del papeleo” que se estima frena la economía del país. En 2023, Alemania entró en recesión, pues el PIB germano se contrajo un 0,3%, y los principales institutos económicos germanos revisaron este jueves a la baja sus previsiones para el año en curso, pronosticando una contracción del 0,1 % del PIB alemán.

La iniciativa nace entre críticas, dado que varios laboratorios de ideas alemanes como Iniciativa Nueva Economía Social de Mercado (INSM) han apuntado que sólo se eliminan 40 reglas de las 400 que en su momento quiso deshacerse el Gobierno para relanzar la economía de Alemania.

Fuente: Revista El Economista

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