La relación de Georgina Rodríguez y Dolores Aveiro ha ocupado durante años cientos de titulares en la prensa de medio mundo. Las cosas entre la de Jaca y la madre de Cristiano Ronaldo empezaron muy bien allá por 2016, pero un pequeño detalle hizo que estallara un mal rollo entre ambas que ha tardado años en solucionarse. Durante este tiempo han sido muchos los que se han preguntado el verdadero motivo para esta mala relación, y ahora el portal Look desvela en exclusiva que todo habría sido supuestamente por un cuadro que había en el salón de la casa del futbolista en la prestigiosa urbanización La Finca de Pozuelo de Alarcón.
Según publica el medio, cuando Cristiano vio que su historia de amor con Georgina fluía de la mejor manera, decidió dar un paso de gigante y la animó a que dejara su trabajo como dependienta en Gucci y su piso en el centro de Madrid para mudarse a la majestuosa casa en la que el portugués vivía junto a su primogénito. Para facilitar su adaptación a una nueva vida y a un nuevo hogar le dio permiso para que cambiara todo aquello que no estuviera a su gusto, y una de las primeras cosas que hizo Georgina fue retirar un cuadro realizado por Paula Brito en el que aparecían Ronaldo y su madre Dolores.
Desde que le pusiera la cruz a Georgina, Dolores Aveiro y la modelo han tenido una relación marcada por los altibajos. Algunos mensajes cordiales en las redes sociales hacían pensar que habían arreglado sus diferencias, pero nada más lejos de la realidad. La madre de Cristiano siempre ha sido considerada como “muy territorial” y protectora de todo lo que tiene que ver con su familia, por eso la llegada de Georgina y después la de Alana Martina, que unía a Cristiano y a la de Jaca de por vida, le afectó al ver que su influencia y su poder perdían parte de su efecto.
La reconciliación, hace unos meses
Georgina y Dolores han necesitado muchos años para arreglar sus diferencias, pero por suerte hace tan solo unos meses llegó el ansiado momento gracias a la figura de Hugo, hermano de Cristiano. El futbolista recurrió a él para que mediara entre dos de las mujeres más importantes de su vida y la reconciliación finalmente llegó días después del cumpleaños del jugador del Al-Nassr el pasado febrero.
Aveiro se retrasó por un vuelo con el visado y en sus primeras horas en Riad estuvo con Ronaldo y con su nieto, Cristiano Jr, pero no hubo rastro de Georgina. Sin embargo, el viernes 17 de febrero llegó el primer acercamiento con una comida familiar en el domicilio del futbolista y su familia en Arabia Saudí. Solo un día después llegaba la confirmación pública cuando ambas se sentaron en la misma mesa en un restaurante de comida europea de la capital saudí.
Fuente: Diario AS
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