Sólo han pasado 4 días desde que el Banco Central Europeo (BCE) ha bajado los tipos de interés en su primera reunión de 2025, y el mercado ya se ha visto obligado a recalibrar las expectativas que dejó el banco central con su mensaje oficial: si la semana pasada se cerró con los inversores descontando tres recortes de tipos adicionales para lo que queda de año, de 25 puntos básicos cada uno, esta semana se ha añadido una bajada más en la hoja de ruta del BCE para el ejercicio. Ya se esperan 4 recortes adicionales desde ahora hasta enero de 2026, y el nuevo recorte esperado que han incorporado los mercados responde a la huida hacia los refugios por parte de los inversores. De hecho, el dato de inflación de la zona euro que se ha publicado este lunes, más fuerte de lo esperado, debería haber impulsado las expectativas de ver menos recortes de tipos este año, pero parece que los mercados están más centrados en el impacto de los aranceles de Trump que en el avance de los precios en la eurozona.

Si los inversores se dejasen guiar sólo por los datos de inflación, la lectura que se ha publicado este lunes, que ha reflejado un incremento inesperado de los precios en la zona euro durante el mes de enero, debería haber alejado las expectativas de ver bajadas de tipos este año en la zona euro. Sin embargo, la reacción este lunes ha sido la contraria, y se ha añadido una bajada más de tipos, de 25 puntos básicos, en el calendario esperado para el BCE.

Según los mercados, después de los primeros tres recortes de tipos (ahora se descuentan para las reuniones de marzo, abril y julio), llegará un último movimiento a la baja del banco central, y será, lo más probable, en el encuentro de diciembre, el último del año 2025 para el BCE.

Detrás de esta reacción de los inversores se encuentra una huida hacia los refugios, en un día en el que se está poniendo en precio el impacto de los aranceles que ha aprobado la nueva administración Trump, a China, México y Canadá. Aunque las negociaciones entre Shienbaum y el presidente estadounidense han terminado con un nuevo retraso de un mes en la aplicación de los aranceles, una noticia que se ha conocido a lo largo de la tarde, y que ha recortado las pérdidas que estaba sufriendo Wall Street, este anuncio no ha sido suficiente para que las expectativas de ver otros cuatro recortes de tipos en 2025 en la zona euro vuelvan a cambiar.

Carsten Menke, responsable de Investigación Next Generation de Julius Baer, valora el impacto de los aranceles de la Casa Blanca sobre los metales industriales y preciosos, y considera que fue negativo y reflejaron la “postura generalizada de aversión al riesgo en los mercados financieros”. Esta aversión al riesgo ha llevado a los inversores hacia los activos considerados refugio, como es la renta fija, los activos de los que se nutren las expectativas de ver bajadas de tipos de interés por parte de los bancos centrales.

No hay que olvidar que, detrás de la hoja de ruta que se espera para el BCE, que espera un recorte de tipos mucho más agresivo que el de la Fed para 2025, se encuentran las malas expectativas de crecimiento económico para la zona euro, una región que continúa lidiando con una actividad económica mucho más débil que la de Estados Unidos. De ahí que los inversores estén cada vez más convencidos de que el BCE se aproxima a un camino con más bajadas de tipos de lo que se esperaba a principios de año.

Sin embargo, los movimientos de la última sesión demuestran cómo la hoja de ruta del BCE también está ligada a Trump y a sus políticas: si la imposición de aranceles, ya sea China y a la zona euro, o a otras regiones, enfría las expectativas de crecimiento económico, la sesión de este lunes en los mercados demuestra que esto puede también moldear la hoja de ruta esperada por los inversores para el BCE.

Fuente: Revista El Economista 

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