La sorpresiva victoria de las fuerzas rebeldes ante el régimen de Bashar al-Ásad trae la posibilidad de un retorno masivo de los casi siete millones de refugiados sirios que huyeron de la guerra civil. Turquía no ha querido esperar y ha anunciado que abrirá la frontera para que los hasta cuatro millones de sirios que viven en la república euroasiática regresen a su tierra natal. Tras casi una década desde que el Gobierno de Ankara acogió a los desplazados, las consecuencias en la economía otomana si hay una marcha multitudinaria pueden ser inmediatas: enfriamientos de los precios, cambios en el mercado de trabajo y reducción del consumo. Pero también puede ser una oportunidad para sus empresas.
El peso sirio en la economía turca
Desde que comenzó la guerra civil, Turquía se ha vuelto el principal destino para los refugiados sirios. En 2015, la cifra de desplazados superaba los 2,5 millones, según datos del Banco Mundial. Miles de desplazados se han integrado en la economía turca, que una década después han consolidado su posición en la producción de la nación euroasiática. Actualmente, más de 20.000 empresas en Turquía pertenecen a sirios que se refugiaron en el país y la última estimación (de 2019) habla de que el peso de la comunidad árabe en el PIB de Turquía era del 2%.
¿Qué ocurrirá si todas esas personas abandonan Turquía? La rapidez con la que se suceden los acontecimientos ha incrementado la incertidumbre de Oriente Próximo. El Gobierno turco ha habilitado un procedimiento exprés para que los sirios abandonen el país, pero con la contrapartida de que no podrán volver.
Las estimaciones hablan de que más de 4 millones de sirios viven en Turquía, ya sea bajo la condición de refugiado o de inmigrante. En el caso del mercado laboral, el efecto de esta población es mixto: algunas investigaciones han estimado que la llegada de sirios ha incrementado el desempleo en las zonas con mayor tensión demográfica mientras que otros estudios creen que ha tenido un efecto beneficioso en el dinamismo económico, animando particularmente las exportaciones.
La consecuencia a corto plazo de esta posible salida masiva es la reducción de la productividad, pero también al enfriamiento de la economía debido a la caída del consumo. Actualmente, Turquía se enfrenta a la hiperinflación desde la pandemia.
Ankara, punta de lanza de la reconstrucción
Tras 13 años de guerra civil y el terremoto que asoló el norte del país en febrero de 2023, Siria se enfrenta ahora a un escenario de reconstrucción de las principales ciudades y de su maltrecha economía. En este contexto, el papel del Gobierno de Recep Tayyip Erdo?an es preeminente frente a otros actores.
Turquía ha sido el principal valedor de los grupos rebeldes que tomaron Damasco el fin de semana e hicieron caer el régimen baazista. Esto coloca a las empresas turcas en una posición de clara ventaja para conseguir contratos de los rebeldes en Siria. La presencia de Ankara se ha vuelto permanente en las regiones septentrionales de Siria fronterizas con el país otomano, donde los rebeldes llevan años asentados. La influencia es tal que la lira turca se ha convertido, de facto, en la moneda de uso corriente, desplazando a la divisa oficial siria.
Europa suspende las solicitudes de asilo político
El posible retorno masivo es un asunto de interés para varias naciones. Hasta 7 millones de sirios viven en otros países, concentrándose 5,5 millones en cuatro países: Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto. El resto están dispersos en diferentes países, fundamentalmente en la Unión Europea.
Varios Estados miembros, incluida Alemania que acoge a 850.000 refugiados, ya han anunciado que paralizarán las solicitudes de asilo político a la espera de los acontecimientos.
La situación en Siria está lejos de haberse estabilizado: las fuerzas rebeldes apoyadas por el ejército turco se están enfrentando a las milicias kurdas, que controlan el este de Siria desde 2012. Los kurdos han sido aliados de Estados Unidos y fueron los principales impulsores de la guerra contra el Estado Islámico mientras las fuerzas regulares y los rebeldes se concentraban en el oeste del país. Por otra parte, Israel ha tomado posiciones al sur de Siria y está lanzando bombardeos por todo el país con el objetivo de destruir el arsenal del ejército sirio.
Fuente: Revista El Economista