El Banco Central Europeo (BCE) no descansa. Su Consejo de Gobierno ha decidido este jueves bajar los tipos de interés 25 puntos básicos, hasta situar el tipo oficial de referencia en el 2,25%. Se trata del sexto recorte consecutivo del precio oficial del dinero -el tercero en lo que va de año- y ya suma un total de 175 puntos básicos de ajuste desde junio de 2024. Una decisión basada en que la inflación continua remitiendo y que la guerra comercial acabará mermando el crecimiento de la región.

El organismo, reunido por tercera vez este año, también ha rebajado las operaciones principales de financiación (OPF) -las inyecciones semanales de dinero- y la facilidad de crédito -la que presta a los bancos a un día-, hasta el 2,4% y el 2,65%, respectivamente.

Con un ojo puesto en la inflación y el otro en los aranceles de Trump

Tras la última reunión del BCE de hace seis semanas, los mercados estaban convencidos de que la bajada de tipos se detendría. Una decisión que se habría visto afectada por la guerra comercial. En este sentido, la Presidenta de la institución, Christine Lagarde, ha asegurado que en la reunión mantenida este jueves, “Nadie se ha pronunciado a favor de un recorte de 0,5 puntos”, por lo que la decisión de bajar un cuarto de punto los tipos de interés ha sido “unánime”, ha añadido en la rueda de prensa posterior.

La decisión de continuar rebajando los tipos se debe a que “El proceso de desinflación continúa avanzando” según lo esperado por los expertos, ha especificado el organismo en un comunicado. Y es que, el Consejo de Gobierno continua decidido a garantizar que la inflación se mantenga de manera constante en su objetivo del 2% a medio plazo, “Especialmente en el contexto actual de excepcional incertidumbre” producida por las tensiones comerciales, como han asegurado.

De hecho, tanto la inflación general como la subyacente se redujeron en marzoLa tasa de inflación interanual de la zona euro se situó en marzo en el 2,2%, una décima por debajo del dato del 2,3% de febrero, lo que supone la menor subida de los precios en la región desde noviembre del año pasado. Al excluir del cálculo el impacto de la energía, la tasa de inflación interanual de la zona euro en marzo fue del 2,5%, una décima menos que en febrero. En este sentido, el BCE ha añadido que la mayoría de los indicadores de la inflación subyacente apuntan a que esta se mantendrá cerca del objetivo del 2%.

Además, según el organismo, parece que el aumento de los salarios está desacelerándose, mientras que los beneficios están ayudando parcialmente a mitigar el efecto de las subidas salariales, que siguen siendo altas, sobre la inflación.

Lagarde ha añadido en la rueda de prensa que el BCE ya no considera que su política monetaria sea restrictiva, después de haber bajado el precio del dinero siete veces desde junio del año pasado.

La guerra arancelaria “podría lastrar las perspectivas económicas de la zona del euro”

Actualmente, el regulador bancario tiene un ojo puesto en la guerra arancelaria desatada por el Gobierno de Estados Unidos, que podría acabar mermando el crecimiento de la región.

“Una mayor incertidumbre podría reducir la confianza de los hogares y de las empresas, y es probable que la respuesta adversa y volátil de los mercados a las tensiones comerciales dé lugar a un endurecimiento de las condiciones de financiación. Estos factores podrían lastrar adicionalmente las perspectivas económicas de la zona del euro”, aseguran.

Según los últimos datos disponibles, el crecimiento del producto interior bruto (PIB) de la zona euro se frenó al 0,2% en el cuarto trimestre de 2024 respecto de la expansión del 0,4% de los tres meses anteriores.

Respecto a otras medidas no convencionales de política monetaria, el BCE ha recordado, como en ocasiones anteriores, que el tamaño de los programas de compra de activos (APP y PEPP) “está disminuyendo a un ritmo mesurado y predecible”, dado que el Eurosistema ha dejado de reinvertir el principal de los valores que van venciendo.

Fuente: INFOBAE 

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