El BCE abrirá el debate de enterrar de forma definitiva el PEPP en septiembre

Isabel Schnabel, miembro del Consejo de Gobierno del BCE, no descarta que en la próxima reunión del 8 de septiembre algunos miembros “saquen el tema” de finalizar las reinversiones del vencimiento de la deuda adquirida a través del PEPP, que ha permitido mantener a raya los intereses de la deuda italiana y española, en los últimos meses.

Llega la hora de la verdad para enterrar de forma definitiva el programa de emergencia de compra de deuda, conocido como PEPP por sus siglas en inglés. El BCE se había marcado la senda de terminar con las adquisiciones antes de subir tipos y después de elevar las tasas de interés, poner fin a las reinversiones del vencimiento.

Schnabel no descarta que algunos de sus colegas del Consejo de Gobierno del BCE lo proponga poner fecha para enterrar el PEPP de forma definitiva, ha dicho en una entrevista en Reuters, en la que ha adelantado que en la reunión próxima reunión el BCE podría subir tipos en 50 puntos básicos. Las reinversiones han sido clave para mantener bajo control a la deuda italiana y española. En condiciones normales, la crisis política en Italia, con una recesión a la vuelta de la esquina y en plena escalada de tipos, hubiera provocado una reacción de las primas de riesgo con este escenario. En los dos últimos meses, el BCE ha adquirido 9.800 millones de euros en bonos italianos, 5.900 millones en españoles, 1.100 millones en griegos, 500 millones en deuda de Finlandia y de Portugal, 200 millones en deuda irlandesa.

“La flexibilidad de reinversión bajo el programa de compras de emergencia ante la pandemia (PEPP) nos ayuda a contrarrestar los riesgos de fragmentación y los riesgos del mecanismo de transmisión relacionados con la pandemia”, ha explicado. Y ha añadido que “el uso de este instrumento está siendo proporcionado”. Aunque reconoce que hay unas pequeñas desviaciones de la clave de capital, pero “son relativamente pequeñas”.

Por el camino, el BCE se ha sacado de la manga el ITP (Instrumento para la Protección de la Transmisión, por sus siglas en inglés), otro programa de compra pero discrecional por países, a cambio de cumplir unos requisitos. Para Schnabel, “el PEPP se ocupa de los riesgos para el mecanismo de transmisión relacionados con la pandemia”, mientras el ITP “es una herramienta permanente y los volúmenes de compra no están restringidos ex ante, que requiere una evaluación más amplia”. Y destaca que la decisión para activarlo dependerá del Consejo de Gobierno tras cumplir una serie de requisitos.

Fuente: Revista El Economista 

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