El Banco de Japón mantiene tipos y el yen marca mínimos de 34 años frente al dólar

El Consejo de Política del Banco de Japón ha decidido este viernes por unanimidad mantener la tasa de referencia a corto plazo en un rango del 0% al 0,1%, sin cambios respecto de su anterior reunión y demorando por el momento el esperado endurecimiento de la política monetaria del país nipón, lo que enviaba al yen a nuevos mínimos de 34 años frente al dólar.

De este modo, la institución ha anunciado al término de su reunión que seguirá “alentando que la tasa de interés a un día sin garantía se mantenga entre 0 y 0,1%”.

Por otro lado, el banco central japonés ha revisado a la baja su previsión de crecimiento para el país en 2024 y ahora prevé una expansión del 0,8% desde el 1,2% anticipado en enero, mientras que mantiene en el 1% el pronóstico de 2025 y confía en que en 2026 el PIB de Japón crecerá un 1%.

En cuanto a la inflación, la entidad ha revisado cuatro décimas al alza la previsión del IPC de referencia (sin alimentos frescos), hasta el 2,8% en 2024, y al 1,9% desde el 1,8% el de 2025, mientras que para 2026 espera una subida de los precios del 1,9%.

No obstante, la entidad ha mantenido sin cambios sus previsiones de inflación subyacente en el 1,9% este año y el siguiente, mientras que la tasa alcanzará el 2,1% en 2026.

En su análisis, el Banco de Japón considera probable que la economía del país siga creciendo a un ritmo superior a su tasa potencial, con las economías extranjeras creciendo moderadamente y a medida que se intensifica gradualmente un “círculo virtuoso” desde el ingreso hasta el gasto, en un contexto de factores como las condiciones financieras acomodaticias.

Círculo virtuoso

En cuanto a las perspectivas de inflación, se espera que aumenten moderadamente, por lo que el Banco de Japón prevé que “el círculo virtuoso entre salarios y precios seguirá intensificándose” mediante el logro de aumentos salariales que reflejen subidas de precios y mediante una transferencia de dichos aumentos salariales a los precios de venta.

Asimismo, la entidad anticipa que, teniendo en cuenta las evaluaciones anteriores, la inflación subyacente aumente gradualmente, para ya en la segunda mitad del período de proyección alcanzar un nivel compatible con el objetivo de estabilidad de precios.

La cotización del yen frente al dólar se debilitaba a mínimos desde 1990 y cada ‘billete verde’ llegaba a cambiarse por hasta 156,82 yenes, frente a los 140,87 yenes de comienzo de 2024.

El movimiento de la divisa japonesa se produce en mitad de las especulaciones de que el Banco de Japón podría intervenir en el mercado más pronto que tarde. El yen ya ha perdido un 10% de su valor frente al dólar este año y las autoridades políticas y monetarias no se pueden permitir una pérdida de poder adquisitivo tan enorme frente al resto del mundo.

Lo que está impulsando la depreciación es la enorme brecha entre los tipos de interés en Estados Unidos, que están en su nivel más alto en décadas después del agresivo ciclo de endurecimiento de la Fed el año pasado, y las de Japón, donde siguen muy cerca de cero, pese al crecimiento de la inflación. “Esta es una debilidad increíble, seguramente este nivel de debilidad estará causando preocupación y creemos que el yen ha ido demasiado lejos”, comenta Justin Onuekwusi, director de inversiones de St James Place Management.

Charu Chanana, estratega de Saxo Capital Markets, comenta: “Estamos esperando una intervención para detener la caída del yen y tiene que ser coordinada y con el apoyo de un mensaje político de línea dura, si no será inútil”.

Fuente: Revista El Economista

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