El Banco de Inglaterra (BoE) ha anunciado su tercera subida de tipos de interés consecutiva, ejecutando la mayor racha de subidas del precio del dinero desde 1997 (cuando cuando subió los tipos en mayo, junio, julio y agosto dejándolos en el 7%). Con el movimiento de este jueves, el BoE deja los tipos de interés al mismo nivel en el que se encontraban antes de que la pandemia del covid irrumpiera en Europa, devolviendo así cierta normalidad a su política monetaria.
El Comité de Política Monetaria ha elevado los tipos de interés en 25 puntos básicos hasta el 0,75%. Solo un miembro del Comité habría preferido una subida de 50 puntos básicos. Los otros ocho miembros se han mostrado de acuerdo con la decisión tomada. La subida de tipos de este mes era esperada, puesto que en la anterior reunión hubo cuatro miembros del Comité que habrían preferido elevar el precio del dinero en 50 puntos básicos. Hay que recordar que en diciembre, la subida fue de solo 15 puntos básicos.
Por otro lado, el banco central reconoce en el comunicado que tras al estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania se espera que el crecimiento sea más débil de lo previsto en las proyecciones de febrero. “Esto es reflejó en gran parte el impacto adverso de las subidas globales de los precios de la energía y los bienes comerciales, que erosionarán los ingresos reales en el Reino Unido”.
La inflación se ha situado en el 5,5% en enero de este año, tocando máximos no vistos desde 1992 y casi triplicando el objetivo del banco central (2%). Sin embargo, los expertos creen que los precios seguirán escalando en los próximos meses y podría hacer cumbre en el 8%, una tasa de variación que no se ve en el Reino Unido desde los 80.
La inflación amenaza con desbocarse
Según explican los economistas de Bank of America Merrill Lynch, las expectativas de inflación de la última encuesta del BoE aumentaron considerablemente una vez más. Por otro lado, las expectativas de inflación del mercado también se encuentran en máximos de los últimos años.

Realizando algunos cambios que mejoran la fórmula, los economistas de BofAML creen que “las expectativas de inflación a 5 años pueden haber alcanzado un máximo histórico. Mostramos que las expectativas de inflación del Reino Unido parecen mostrar cierto sesgo estructural al alza desde la votación del Brexit en 2016. Ahora suben más respecto a respecto a los movimientos del pasado de la inflación y el desempleo”.
Todo lo anterior combinado con la inflación de costes actual supondrá que la inflación seguirá alcanzando nuevas cotas y persistirá por más tiempo, “estos datos de expectativas dan munición al Banco de Inglaterra para seguir subiendo los tipos”. Se espera que el BoE siga reduciendo el grado de expansión de su política con subidas de tipos y el descenso del balance anunciado en la reunión pasada.
Aunque todos los bancos centrales han endurecido su mensaje en las últimas reuniones (la Fed implementó este miércoles la primera subida de tipos de este nuevo ciclo), el de Inglaterra ha sido el que realmente ha ido casi directamente a los hechos y las acciones para evitar el recalentamiento de una economía que vive una situación extremadamente singular dentro del ya peculiar contexto económico global.
Además de los factores globales que están presionando al alza la inflación (materias primas, interrupciones de la cadena de suministros…), la economía británica se enfrenta a una aguda escasez de trabajadores y bienes derivada del Brexit, que amenaza con fortalecer y cronificar una inflación que se encuentra en máximos de tres décadas.
El horizonte hacia mayo
Sin embargo, más allá de la acuciante inflación, la otra ‘pata’ que tendrá que vigilar el BoE es la relativa al crecimiento. Aunque la mayoría de analistas coincide en que en mayo habrá otra subida que lleve los tipos hasta el 1%, es posible que ahí el organismo se tome una pausa para reflexionar. Los temores a que se agote el impulso tras el covid y los efectos de la guerra de Ucrania pesarán.
“Una vez que el Banco de Inglaterra haya realizado otro par de subidas, pensamos que la atención se centrará rápidamente en el deterioro de las perspectivas de crecimiento. Recordemos que, incluso antes de la guerra, el Banco de Inglaterra preveía un aumento del desempleo y una inflación por debajo del objetivo, y esto se basaba en un mercado que preveía menos subidas que las actuales”, sostenían los analistas de ING antes de la reunión del BoE de hoy.
Otro de los motivos para este parón, según los economistas del ‘banco naranja’ es que “las ventas activas de gilts deberían comenzar después de que el tipo de interés bancario alcance el 1%, lo que aboga por un proceso de subida más prudente mientras los mercados se enfrentan a esta política sin precedentes”.
Diferencias con la Fed
Contrastando la subida del BoE con la decretada ayer por la Fed, el estratega de UBS GWM Paul Donovan pide no perder de vista las diferencias. Aunque el BoE haya empezado antes su endurecimiento, “en el Reino Unido hay más restricciones fiscales (la mayor presión fiscal en más de 70 años) y los hogares británicos han salido de la pandemia con menos capacidad de gasto que los estadounidenses“.
“Lo más destacado es que el BoE está siendo mucho más cauto que la Fed anoche. Esto es un recordatorio de que el Reino Unido, al igual que Europa, es un importador de energía y más susceptible a los acontecimientos en Ucrania”, remachan desde ING.
La libra esterlina ha cedido cerca de un 1% frente al dólar tras la ‘prudente’ subida del BoE. Antes de la decisión, la libra esterlina había alcanzado sus máximos, quizás temiendo una mayor disidencia de los halcones respecto a consensuada subida de 25 puntos básicos. “Con los EEUU más expuestos a la inflación impulsada por la demanda, una Fed confiada debería mantener el dólar en alza. Vemos un mayor riesgo de que la GBP/USD se sitúe en 1,28 que en 1,34 en las próximas semanas”, sentencia la nota de ING.
Fuente: Revista El Economista