El ascenso de la ultraderecha hace que los Estados se muestren reticentes a su recién acordado paquete de reforma del asilo.

Hace menos de seis meses, la Unión Europea firmó un paquete de reformas destinado a subsanar las flagrantes deficiencias de su sistema común de asilo, puestas de manifiesto durante los años de crisis de 2015 y 2016, cuando la llegada de más de un millón de personas desbordó a unas autoridades nacionales mal preparadas.

El Pacto de Migración y Asilo de la UE fue la culminación de casi 10 años de tensas negociaciones. En él, los Veintisiete acordaron medidas para distribuir de forma más equitativa los costos de acogida de los solicitantes de asilo en todo el bloque. Además, reforzaron la protección de las fronteras exteriores para impedir que la gente llegara a la UE.

Ahora, cuando los políticos de ultraderecha ejercen cada vez más influencia sobre los resortes del poder en las capitales europeas, tanto directamente en puestos de Gobierno como indirectamente en la oposición, el Pacto de Migración y Asilo parece más frágil que nunca.

FUENTE: DW.COM

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