El Parlamento egipcio aprobó hoy un proyecto de ley para incrementar los impuestos sobre productos importados y las actividades de ocio, así como una tasa para salir del país, unas impopulares medidas destinadas a mitigar la crisis que atraviesa Egipto marcada por la depreciación de su moneda.
De acuerdo con el borrador de ley aprobado por el Legislativo, los egipcios deberán pagar una tasa de 100 libras egipcias (unos 3,24 dólares al cambio actual) para abandonar el país, mientras que los extranjeros que acudan a lugares turísticos deberán abonar 50 libras (unos 1,62 dólares).
Asimismo, la ley estipula la aplicación de un impuesto del 3% sobre los productos superiores a 5 dólares adquiridos en tiendas Duty Free (libres de impuestos), una medida de la que están exentos los diplomáticos extranjeros en Egipto.
También está previsto un impuesto del 10% sobre los “bienes no esenciales e innecesarios” como todo tipo de marisco, quesos, productos procedentes del café, electrodomésticos como tostadoras, relojes de pulsera, juguetes para niños o mecheros.
Impuestos de entre el 5 y el 20% también serán aplicados a todas las actividades de ocio, incluidos espectáculos, cines, discotecas o cualquier tipo de fiesta en la que se sirvan bebidas o alimentos.
La finalidad de esta ley es “desarrollar el sistema de ingresos público y modificar algunas leyes tributarias para aumentar los recursos del erario público” y para “satisfacer las necesidades de los organismos presupuestarios”, según el propio Parlamento egipcio y recoge Efe.
Esta normativa será aprobada en la próxima sesión del Legislativo, cuya fecha de celebración todavía está por determinar.
La adopción de estos impuestos ha generado una gran polémica en Egipto, en un momento en el que los precios de algunos productos se han casi triplicado por la galopante inflación que azota el país.
Asimismo, en el último año la libra egipcia ha perdido más de la mitad de su valor respecto al dólar, lo que ha provocado también un considerable aumento de los precios globales mientras que los salarios de la población -un tercio de la cual está en la pobreza- no han sido actualizados.
Egipto sufre una acuciante crisis marcada también por la escasez de dólares, que se suma a una deuda externa que supera los 160.000 millones de dólares.
Fuente: Revista El Economista