En medio de los llamados a manifestarse en contra del gobierno de Guillermo Lasso, la unidad de los tres movimientos sociales podría tambalear debido a las recientes divisiones internas en la Confederación Nacional de Organizaciones, Indígenas y Negras (Fenocin).
La Fenocin, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y el Consejo de Pueblos y Organizaciones Indígenas Evangélicos del Ecuador (Feine) fueron las protagonistas del paro nacional de 18 días de junio del 2022.
Estos tres colectivos son autónomos, pero se consideran fraternos y se han convocado a mantener la unidad para futuras jornadas de protestas que se preparan en contra de la administración de Guillermo Lasso y que arrancarían este 8 de marzo, a propósito del Día Internacional de la Mujer.
Sin embargo, esa unidad vacila desde el 24 de febrero, cuando en la Fenocin apareció un segundo presidente: Miguel Ángel (Hatari) Sarango.
Ese viernes, una facción de la organización se reunió en uno de los salones de la Casa de la Cultura en Quito para destituir de la presidencia a Gary Espinoza y en su lugar, nombraron a Hatari Sarango, quien era el vicepresidente y que fue expulsado en una asamblea del 17 de febrero, acusado de actos divisionistas.
Esto ocurrió el mismo día y en el mismo lugar, aunque en otro salón, en el que la Conaie sesionó y aprobó catorce resoluciones, entre ellas, romper el diálogo con el régimen, convocar a una protesta el 8 de marzo y exigir la renuncia a la Presidencia de la República de Guillermo Lasso por no cumplir con los 218 acuerdos suscritos en las diez mesas de diálogo.
Días antes, la Fenocin hizo lo mismo. Anunció que en su asamblea del 17 de febrero, decidieron romper el diálogo con el régimen, declararse en movilización permanente; y exigir la renuncia de Lasso a su cargo.
La Feine está en un proceso de consulta con sus estructuras provinciales, por lo que no ha anunciado aún su postura frente a las manifestaciones.
Aunque en la Fenocin se sostiene su voz de protesta ante el régimen, la unidad con la Conaie y la Feine dependerá de a quién reconozcan en la presidencia. Si a Gary Espinoza o a Hatari Sarango.
El dirigente de defensa jurídica de la Fenocin, Luis Mullo, puntualizó que por el momento no hay división entre los tres movimientos; no obstante, está sujeta a quién las organizaciones fraternas (Conaie y Feine) decidan reconocer como presidente.
“No hay división por el momento en los movimientos. Pero de llegar a haberla, será si los compañeros de otras organizaciones fraternas validan esta situación de este pequeño grupo de compañeros que intentan dividir a la Fenocin. Habrá que analizar en ese momento cuáles son las acciones a tomar. Pero, esa sería una expresión de no buscar la unidad, dependiendo a quién se reconozca o valide. Nosotros como Fenocin no estamos en contra de la unidad; al contrario, estamos proponiendo la unidad que debe ser en el marco del respeto a cada una de las estructuras y considerarnos entre iguales. Si no hay eso, no existe unidad”, detalló el activista.
La actual directiva de la Fenocin está presidida por Gary Espinoza y otras doce personas, quienes fueron electas para un periodo de cuatro años (2021-2025) y estarían reconocidas por sus organizaciones de base, así como en las instituciones del Estado en donde registraron el Consejo Ejecutivo Nacional.
En tanto, Hatari Sarango, fue expulsado del movimiento, según las actas, por actos divisionistas de los que había sido advertido, pero reincidió.
“Nosotros tenemos la obligación de sujetarnos a las decisiones de nuestra organización, un dirigente no puede sujetarse a resoluciones de las organizaciones fraternas, por ejemplo, de la Conaie o Feine. Debo sujetarme a la Fenocin. Sobre el compañero se analizó su continua ausencia en la organización y, en los actos públicos de movilizaciones ha estado validando resoluciones de otras organizaciones, no las de la Fenocin”, acotó Mullo.
Hatari Sarango se defiende y acusó a Espinoza de “malas actuaciones”. En una entrevista en la cadena Teleamazonas, el dirigente denunció que se permitió el ingreso a la Fenocin de un “supuesto narcotraficante”, de generar división y, de autoconvocar a una movilización que habría entorpecido la firma de un decreto ejecutivo por parte de Lasso para dar paso a la condonación de deudas en la banca pública hasta los $10.000, que es una de las demandas que empuja este colectivo.
“Tengo el apoyo de las organizaciones históricas y seguiremos caminando”, manifestó Sarango en la entrevista.
Entre las bases y dirigentes de la Fenocin hay molestia porque Sarango, un hombre cercano a Leonidas Iza, presidente de la Conaie, opta por aparecer en las declaraciones de prensa de ese movimiento y no en las de la Fenocin. Incluso, es funcionario de la Universidad Intercultural de las Nacionalidades y Pueblos Indígenas Amawtay Wasi, en donde aparece como analista de vinculación.
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Luis Mullo aseguró que las acusaciones de Sarango son “mentiras” y que debería explicar en qué momento se llegó a un acuerdo con Lasso para la firma del decreto.
No desestimó que detrás de estos “actos divisionistas” esté el Gobierno nacional, aunque expuso que Sarango, en conjunto con exlíderes, como Franklin Columba y Santos Villamar estén tratando de retomar la dirigencia nacional utilizando la división.
“Hay que respetar la institucionalidad, pero también hay que promover la unidad, la misma que debe basarse en el respeto, porque si no hay respeto, no hablamos de unidad”, acotó Mullo.
En todo caso, en los próximos días, está prevista la instalación de una reunión entre Gary Espinoza, Leonidas Iza y Eustaquio Tuala, presidentes de la Fenocin, Conaie y Feine, respectivamente para definir los detalles de la marcha nacional del 8 de marzo. (I)
Fuente: El Universo