Si tu tiempo de tránsito intestinal es largo (lo que significa una motilidad lenta), las bacterias en el intestino grueso producen diferentes metabolitos.
Esto es porque, como nos pasa a nosotros, las bacterias en nuestro cuerpo necesitan ser alimentadas. Esas bacterias aman la fibra.
Pero si el tránsito intestinal es muy largo y a la fibra le toma mucho alcanzar el intestino grueso, estos habitantes microbiológicos tienen que buscar otra fuente de alimento. Entonces buscan la proteína.
Ese cambio puede resultar en la producción de gases tóxicos, que pueden conducir a problemas de salud como hinchazón e inflamación.
Un tránsito intestinal lento puede causar además que la comida parcialmente digerida se quede atascada en el intestino delgado.
Esto puede traer otras consecuencias en la salud, como el crecimiento excesivo de las bacterias en este lugar del cuerpo, que derive en dolores abdominales, náuseas e hinchazón.
Ahora, el tránsito digestivo veloz también tiene sus problemas asociados.
Hay muchas razones por las que una persona puede experimentar un tránsito intestinal rápido.
Por ejemplo, la ansiedad, la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y el síndrome del intestino irritable (SII) pueden provocar una disminución del tiempo de tránsito e incluso causar diarrea.
En los casos de tránsito rápido, las heces resultantes son blandas y con un alto contenido de agua.
Esto indica que la materia fecal no ha pasado suficiente tiempo en el intestino, lo que impide una absorción suficiente de agua y nutrientes. En los casos de EII, por ejemplo, esto puede provocar deshidratación.
Cómo comprobar la velocidad intestinal
Por suerte, existe una prueba casera muy sencilla que puedes hacer para comprobar la motilidad intestinal.
Se llama “la prueba del maíz dulce”. Y sí, es lo que estás pensando.
Primer paso: no comas maíz dulce durante 7 a 10 días (la fase de “limpieza”).
Luego, estarás listo para comenzar la prueba. Anota la fecha y la hora y come un poco de maíz dulce: una mazorca o un puñado de maíz cocido es suficiente.Como la cáscara exterior del maíz no es digerible, pasará por el tracto gastrointestinal con el resto de los alimentos que hayas ingerido y, finalmente, será visible en las heces.
Lo que deberás hacer es estar atento a las próximas deposiciones y anotar la fecha y la hora en que observes las cáscaras amarillas.
Cabe señalar que esta prueba casera no es definitiva, pero sí representa una medida del tiempo de tránsito que, en promedio, arroja resultados similares a medidas más sofisticadas.
Si expulsas el maíz en 12 horas o menos, tu intestino es rápido.
Si no lo expulsas durante unas 48 horas o más, entonces tu intestino es lento.
Si descubres que tu motilidad intestinal está en alguno de los extremos del espectro, afortunadamente hay cosas que puedes hacer para mejorarla.
Si es constantemente rápida, lo mejor es que visites a tu médico para ver si hay una causa subyacente.
Si va un poco lento, pero no pareces tener ningún otro síntoma gastrointestinal como hinchazón, dolor abdominal, falta de apetito o náuseas, la recomendación es que comas más frutas y verduras para aumentar la fibra que le proporciona alimento a las bacterias intestinales beneficiosas, bebas más agua y hagas ejercicio.
Seguir una dieta equilibrada ayudará a mantener tus intestinos en movimiento y saludables.