El colesterol es una sustancia cerosa que se encuentra en las células de nuestro cuerpo y en ciertos alimentos. Existen dos tipos principales de colesterol en la sangre: el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL) y el colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL). El LDL es conocido como “colesterol malo” porque puede acumularse en las arterias y formar placas, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas. Por otro lado, el HDL es el “colesterol bueno” que ayuda a eliminar el exceso de LDL del torrente sanguíneo.
Un superalimento para la salud cardiovascular
En este contexto, las fresas se destacan como un superalimento que puede contribuir en la lucha contra el colesterol alto y otros problemas cardiovasculares. Un estudio publicado en The British Journal of Nutrition destaca que estos frutos rojos contienen antioxidantes especiales que reducen la inflamación de los tejidos y disminuyen los niveles de colesterol y triglicéridos. Además, pueden aumentar la elasticidad de las arterias y prevenir obstrucciones, lo que a su vez reduce el riesgo de hipertensión arterial.
Incorporando fresas en tu dieta
El consumo de fresas es fácil de incorporar en tu dieta diaria. Puedes disfrutar de estos deliciosos frutos rojos de las siguientes maneras:
Agregándolos a tu cereal o avena para el desayuno.
Comiéndolos frescos como un refrigerio saludable.
Usándolos como un ingrediente en ensaladas o batidos.
Disfrutándolos en postres bajos en calorías, como ensalada de fresas con crema batida baja en grasa.
Sin dudas, el control del colesterol es esencial para mantener un corazón saludable y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Las fresas, con su capacidad para reducir el colesterol y los triglicéridos, son una excelente opción para incluir en tu dieta. Además, su sabor delicioso y versatilidad las convierte en una adicción placentera a tus comidas diarias.
Fuente: elsiglodedurango.com.mx