En medio de la severa crisis eléctrica que atraviesa Ecuador, el Ministerio de Energía y Minas de Colombia logró este 15 de noviembre que se apruebe el proyecto de resolución para que el sector eléctrico permita volver a vender electricidad a nuestro país.

La decisión llega tras un mes y medio desde que el Gobierno de Colombia suspendió la exportación de electricidad al mercado ecuatoriano, porque el país vecino también ha sufrido los efectos de la sequía.

No se anunció la fecha en que se hará efectiva la venta de energía desde Colombia.

El presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras de Colombia (Andeg), Alejando Castañeda, había asegurado hace tres días que la resolución tiene todo el apoyo de las empresas del sector.

Con esta resolución, el Gobierno de Colombia abre la posibilidad de vender excedentes de energía termoeléctrica e incluso hidroeléctrica, si las condiciones lo permiten, explicó Castañeda.

Colombia puede vender hasta 450 megavatios de potencia, pero aún no hay certeza de cuánto podría exportar a Ecuador porque sus embalses aún no han alcanzado los niveles esperados. Al 12 de noviembre, los embalses de Colombia estaban 6,28 puntos por debajo de la meta esperada para finales de noviembre.

Además de las gestiones para que el Estado colombiano reactive la venta de electricidad, la ministra de Energía (encargada) de Ecuador, Inés Manzano, tramitaba la compra directa de electricidad con privados.

Manzano dijo que ultimaba los detalles para firmar un contrato directo que permitiría la compra de unos 100 megavatios. Pero, para que pueda ser efectiva la venta de un privado colombiano, hace falta que Colombia emita una regulación interna, lo que estaría aún trabajándose.

Ecuador atraviesa una crisis energética debido a la dependencia de sus centrales hidroeléctricas, afectadas por la peor sequía de los últimos 60 años, según calificó el Gobierno, que ha obligado al país a realizar apagones programados de hasta catorce horas al día.

La matriz de generación eléctrica de Ecuador depende en más de un 70 % de centrales hidroeléctricas, especialmente de Coca Codo Sinclair, la hidroeléctrica más grande del país, con 1.500 megavatios de potencia; y en el embalse de Mazar, que alimenta a un complejo de tres centrales en el río Paute, con una potencia en conjunto de más de 1.700 megavatios.

Fuente: PRIMICIAS

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