Sentado frente a una jueza, Álvaro Uribe se convirtió el lunes en el primer expresidente de Colombia en comparecer presencialmente como acusado en un inédito juicio penal por presunta manipulación de testigos y soborno.
El exmandatario de 72 años llegó hasta un complejo judicial de Bogotá para defender su inocencia en una de las audiencias finales de este caso que él mismo inició y que se ha convertido en un bumerán judicial. El proceso lo expone a una pena de hasta ocho años de cárcel.
De traje gris, el expresidente (2002-2010), que antes había comparecido virtualmente en diligencias previas, denunció que el juicio tiene un “origen político”.
Fuente: dw.com