Una coalición tripartita de conservadores (ÖVP), socialdemócratas (SPÖ) y neoliberales (Neos) asumió sus funciones este lunes en Austria, 154 días después de las elecciones legislativas del 29 de septiembre en las que, por primera vez, el ultranacionalista y euroescéptico Partido de la Libertad (FPÖ) fue el más votado a nivel nacional, con el 28,8 por ciento.
Encabezados por el conservador Christian Stocker, los 21 miembros del nuevo gabinete prestaron juramento ante el presidente del país, el ecologista Alexander van der Bellen, en una ceremonia televisada en directo desde el Palacio Hofburg, sede de la presidencia. De los 183 escaños del Parlamento, el Ejecutivo cuenta con 110 (51 del ÖVP, 41 del SPÖ y 18 de Neos), mientras que en la oposición quedan el FPÖ del ultraderechista Herbert Kickl, con 57 diputados, y Los Verdes (ecologistas), con 16.
“Todo lo bueno llega a quien sabe esperar”, dijo Van der Bellen en alusión a las arduas negociaciones que fueron necesarias para lograr un acuerdo de Gobierno, ya que con dos fallidos intentos han sido las más largas que se recuerdan. El jefe del Estado se mostró satisfecho de que los tres partidos hayan podido superar sus diferencias, “poner el interés del país por delante de los intereses de los partidos y cerrar así compromisos.
“Hay mucho por hacer”
Van der Bellen apuntó que “hay mucho por hacer: en primer lugar garantizar la paz en Europa”, así como “fortalecer la democracia liberal”, además de lograr la estabilidad económica y garantizar la cohesión y seguridad social. El nuevo Gobierno sustituye a la coalición de conservadores y verdes que gobernó el país desde 2019. El nuevo Ejecutivo se propone gobernar durante los próximos cinco años, con el objetivo de sacar al país de la recesión, reducir la inmigración ilegal y frenar el avance de la ultraderecha populista en el país.
Stocker, líder del ÖVP, es el nuevo canciller federal (jefe de Gobierno), mientras que el jefe de los socialdemócratas, Andreas Babler, es vicecanciller y ministro de Vivienda, Artes, Cultura, Medios de comunicación y Deporte. Por su parte, la presidenta de Neos, es la nueva ministra de Asuntos Exteriores. El gobierno será el primero tripartito en el país desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Anteriormente, el ultraderechista Herbert Kickl recibió de Van der Bellen el encargo de formar un gobierno, algo que intentó con los conservadores, única fuerza parlamentaria que estaba dispuesta a trabajar con los ultras. Sin embargo, esas negociaciones colapsaron también ante la falta de acuerdos, sobre todo en política exterior y europea, y por el reparto de carteras ministeriales.
Tras oficializarse la instalación del gobierno, el prorruso Partido de la Libertad escribió en X (Twitter) que “la única cosa que une a esta coalición perdedora es la sed de poder”.
Fuente: dw.com