Celda vip y además caletas detrás de espejos y armarios descubren en la cárcel de Tulcán

Una celda de lujo, considerada vip, fue identificada por miembros del Bloque de Seguridad en el Centro de Privación de Libertad de Tulcán, este viernes, 16 de febrero.

Este espacio tenía luces intermitentes ledes de colores que iluminaban varias áreas, además contaba con un tumbado decorado con rosetones circulares de yeso en los que están incrustadas lámparas especiales.

En ese espacio, donde la opulencia y la amplitud era evidente, purgaba su pena el reo identificado como Jairo, alias el Chucky.

Según autoridades, este es el único lugar con varios privilegios en este reclusorio fronterizo, donde más de 800 reos -la mayoría colombianos y venezolanos- pagan sentencias por tráfico de sustancias sujetas a fiscalización.

Este viernes, los integrantes del Bloque de Seguridad desplegaron un operativo que duró más de cuatro horas. En total incursionaron 480 efectivos militares y policiales para tomarse este lugar.

De esa cárcel se decomisaron enseres, ropa, colchones, almohadas, cobijas y otros elementos prohibidos, que luego fueron movilizados por volquetes municipales al relleno sanitario de Tulcán.

Más de ocho volquetas llenas de muebles, ropa, colchones y almohadas viejas fueron trasladadas al relleno Sanitario de Tulcán. Foto: Ricardo Cabezas

A las 05:00, hombres y mujeres fueron retirados de las cámaras de los pabellones y los ubicaron en los patios, donde permanecieron sentados y con ropa ligera, soportando agua y sol, durante el tiempo que duró la operación; mientras que policías y militares (hombres y mujeres) realizaron una inspección minuciosa celda por celda, talleres y demás áreas del centro carcelario.

La disposición era evacuar todo tipo de muebles, equipos y elementos ajenos a esta infraestructura. Octavio Rosales, comandante de la Brigada Andes, explicó que en la intervención participaron equipos de combate con instrumentos para la detección de metales, cables de internet y equipos de telecomunicaciones.

Uno de los propósitos fue interrumpir las comunicaciones de los privados de la libertad en el interior de la cárcel, donde se presume por parte de las autoridades que se venían coordinando actos delictivos con aliados en los exteriores. Por ello, técnicos militares y policiales interfirieron las comunicaciones.

Un helicóptero liviano de las Fuerzas Armadas sobrevoló durante las operaciones, efectuando una sombrilla aérea para garantizar el operativo. A diferencia de otras acciones realizadas por la Policía Nacional, en esta ocasión no fue descubierto licor artesanal en grandes cantidades.

Rosales anunció que permanecerán en este lugar cinco días, en los que cumplirán diferentes actividades en coordinación con el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), relacionadas con la seguridad tanto para el personal que trabaja como de los internos.

El Universo

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