Un golazo del brasileño sirvió para que el United tenga pie y medio entre los cuatro primeros de la Premier. De Gea salvó a los suyos con una parada increíble, el día que fue premiado con el Guante de Oro.
Casemiro llegó al Manchester United para partidos como este. No dejó el Real Madrid en balde. Los Diablos Rojos tenían el aliento del Liverpool en el cogote. Necesitaban sacar un resultado positivo en su visita al Bournemouth para tener pie y medio en la próxima Champions. Y lo lograron gracias a un estelar Casemiro. El brasileño abrió el bote de las esencias y marcó un golazo antológico. Una media chilena que se coló sin oposición en la portería de Neto. Si el remate estético de Casemiro fue una delicatessen, no menos fue la gran asistencia de Eriksen. Una pincelada de Casemiro a los nueve minutos que valió tres puntos. Luego, el internacional brasileño dio una masterclass de desbaratar todas las embestidas del Bournemouth.
Los de Ten Hag sabían desde que saltaron al Vitality Stadium lo mucho que se jugaban. Eso se notó de principio a fin. El United tenía encima de la mesa la posibilidad de cerrar casi la Champions y el Bournemouth tenía los deberes hechos desde hace semanas. Una falta de tensión en los locales que fue una arma de doble filo ya que los futbolistas del Bournemouth jugaron mucho más liberados. Por momentos pusieron en aprietos a un United que le costó mil demonios cerrar el partido.
FUENTE: DIARIO AS