Caminar es uno de los ejercicios más recomendados para mantenerse activo, y lo mejor es que no requiere equipo especial y es relativamente fácil de realizar.
Hacer esta actividad de manera regular ofrece numerosos beneficios para la salud, como mejorar la salud del corazón, mantener un peso adecuado, reducir el riesgo de enfermedades crónicas y fortalecer el sistema inmunológico.
Pero, ¿sabías que caminar hacia atrás puede potenciar aún más estos beneficios? Aunque suene poco convencional, cambiar de dirección al caminar requiere más atención, lo que supone un desafío adicional para nuestro cerebro.
Además de mejorar la estabilidad y el equilibrio, caminar hacia atrás puede contribuir a la resistencia de los músculos de la parte inferior de las piernas y reducir la carga sobre las articulaciones.
Según reporta la BBC, esta técnica se ha utilizado en pacientes con trastornos neurológicos o después de un accidente cerebrovascular para mejorar el equilibrio y la velocidad al caminar. También se ha investigado su efecto en la reducción de la masa corporal.