El 75 por ciento de las víctimas mortales relacionadas con el calor en México son jóvenes, según un estudio. Las temperaturas que dañan la salud son mucho más bajas de lo que se creía.
En un escenario de futuro, en el que la temperatura media mundial supere en 2100 en al menos 2,8 grados centígrados los niveles preindustriales, las personas menores de 35 años probablemente sufrirán más los efectos del cambio climático que los adultos mayores.
A esta conclusión llegó un nuevo estudio, publicado en la revista Science Advances, en el que se examinaron los datos de mortalidad en México.
Los investigadores compararon la edad y las fechas de fallecimiento con las condiciones ambientales y calcularon con qué frecuencia la exposición al calor húmedo provocaba una muerte prematura.
Hasta ahora, los científicos estaban convencidos de que el calor excesivo tendría un mayor impacto en las poblaciones de mayor edad. Sorprendentemente, el calentamiento global parece ser un asesino silencioso de los jóvenes en determinados climas.
Razones sociales
Según el estudio, tres de cada cuatro muertes relacionadas con el calor en México ocurrieron en personas menores de 35 años entre 1998 y 2019.
En contraste, los eventos de mortalidad por clima frío afectaron sobre todo a personas mayores.
En el caso de que la población mundial y las emisiones de carbono sigan creciendo, los investigadores proyectaron un aumento del 32 por ciento en las muertes relacionadas con las altas temperatura en menores de 35 años para el año 2100.
En cambio, en los grupos de edad avanzada se observó un descenso casi idéntico de las tasas de mortalidad.
La explicación a este fenómeno puede estar relacionada a razones sociales. Mientras los jóvenes suelen estar más expuestos al calor porque están más al aire libre, un clima más cálido podría reducir el impacto del frío en los mayores.
¿Cuándo hace demasiado calor?
El grupo de científicos en torno a Andrew Wilson, director del estudio y miembro del Centro de Seguridad Alimentaria y Medio Ambiente de la Universidad de Stanford, también descubrió que la exposición al calor necesaria para morir es menor de lo que sugiere la literatura científica.
Los estudios más antiguos sitúan el límite de temperatura para el estrés térmico humano en 35 grados Celsius. Es decir, que tras una exposición prolongada a esta temperatura límite, el cuerpo ya no puede enfriar su temperatura central, lo que provocaría la muerte por calor.
Sin embargo, este límite se calculó en condiciones de laboratorio poco realistas. Wilson sostiene que, en algunos casos, la temperatura límite podría situarse en alrededor de los 25 grados centígrados.
“Eso se debe probablemente a que los jóvenes se mueven… y trabajan al aire libre… están expuestos al sol”, dice a DW.
En pocas palabras: los días de calor pasan factura al cuerpo de las personas.
Un problema mundial
Aunque el estudio solo analiza los datos sanitarios mexicanos, ofrece un potencial panorama preocupante para otras naciones. Los expertos señalan que la mortalidad es uno de los grandes costos del cambio climático.
“Creemos que mucha menos gente morirá de frío y mucha más gente morirá de calor. Pensamos que la mayoría de esas muertes adicionales por calor se producirán en países de ingresos bajos y medios”, explica Andrew Wilson.
“La mayor parte de la reducción de las muertes relacionadas con el frío se producirá en Europa y Norteamérica. Así que esto ya es un panorama de desigualdad”, agrega el entrevistado.
Hace tiempo que se preveía que iba a darse esta situación. En 2017, los estudios anticipaban que hasta el 70 por ciento de la población de la India podría estar expuesta a un calor insoportable. Y, en los últimos años, los países de Oriente Medio han ido introduciendo medidas laborales para contrarrestar las condiciones de calor extremo.
FUENTE DW