El ministro afgano de Refugiados, Jalil Rahman Haqqani, murió este miércoles en un atentado suicida en las oficinas de su ministerio en la capital Kabul, indicó una fuente del gobierno talibán. Un portavoz explicó posteriormente que el Estado Islámico, grupo rival de los talibanes, era el responsable de la explosión que acabó con la vida del funcionario.

“Lamentablemente, hoy, Jalil Rahman Haqqani, ministro en funciones de Refugiados y Repatriación del Gobierno talibán, y varios colegas han muerto a causa de una explosión en el interior del ministerio”, indicaron fuentes del gobierno talibán bajo condición de anonimato. Poco más tarde se confirmó que el total de fallecidos en el ataque era de tres personas.

La cuenta del ministerio en la red social X (Twitter) precisó que en estos últimos días se celebraron unos talleres de formación en sus oficinas. El ministro, que es blanco de sanciones norteamericanas y aparecía siempre pertrechado de un arma automática, era tío del influyente ministro del Interior, Sirajuddin Haqqani, quien lidera una de las corrientes más poderosas dentro del entramado talibán.

Estado Islámico sigue activo

Haqqani es la víctima más prominente de un atentado terrorista desde que los talibanes retornaron al poder en Afganistán, hace tres años. El Ministerio de Exteriores de Pakistán condenó el asesinato, y el ministro de esa cartera, Ishaq Dar, se manifestó “profundamente impactado” por el ataque “y la pérdida de valiosas vidas como resultado de este atentado terrorista”.

Desde que los talibanes tomaron de nuevo el poder en 2021 y pusieron fin a dos décadas de hegemonía norteamericana, el número de atentados disminuyó globalmente en el país. No obstante, la rama regional del grupo Estado Islámico -que reivindicó el ataque- ha seguido efectuando algunos atentados, en particular contra altos funcionarios y edificios de las autoridades talibanas.

Fuente: dw.com

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