Las pantallas están por todas partes. En casa, en el colegio, por la calle… Incluso las llevamos en el bolsillo. Padres y profesores ya han mostrado su preocupación sobre cómo la tecnología puede influir de manera negativa en la concentración de los más jóvenes, incluso de los niños, pero también hay quien resalta la oportunidad que suponen para focalizarse en los deberes.
El punto medio, según explica Nicole Beurkens, psicóloga infantil de Qustodio, pasa por enseñar a los alumnos a emplear los dispositivos para que «trabajen para ellos, no en su contra», apunta la sanitaria.
Algunos estudios han venido indicando que el aumento del uso de dispositivos, aunque sobre todo las redes sociales, pueden perjudicar la capacidad de concentración de los niños y adolescentes.
No obstante no tiene por qué ser así automáticamente. Indica Beurkens que establecer unos límites adecuados a su uso y asegurarse de que realicen otras actividades es la manera de desconectar de las pantallas.
El fenómeno detrás de esa pérdida de la focalización parece ser la multitarea digital, también conocido como multitasking: el estar todo pero a nada a la vez. Varios estudios alertan ya de que estos comportamientos están cada vez más normalizados a edades más tempranas.
La psicóloga anima a evitar realizar varias tareas a la vez, una en el entorno digital y otra en el mundo real, y para ello recomienda, por ejemplo, no dejar la televisión de fondo cuando se otra actividad requiere de toda nuestra atención o estar concentrado en la conversación cuando se está hablando por teléfono y no respondiendo mensajes a la vez.