Primero explicó que Juan Gabriel pasaba la mayor parte del tiempo en esta propiedad de San Miguel de Allende. Da a entender que se refugiaba allí luego de terminar sus giras de conciertos y, claro, aprovechaba para invitar a familiares y amigos.
Su preferencia por esa propiedad hizo que invirtiera dinero en reformas, procuraba que el lugar fuera lo suficientemente cómodo para él y sus invitados.
También le dice a Chapoy que tras su muerte se encontró con varias sorpresas dentro de esa y otras de sus propiedades. Ese comentario llevó a conversar sobre los supuestos cuartos secretos que tenía el famoso cantante mexicano.
Pous confirmó que en la vivienda habían cuartos secretos, aunque desmintió que fuera cuartos oscuros, como se llegó a decir.
Uno de esos cuartos podría ser el dormitorio donde realmente dormía Juan Gabriel, pues no era el dormitorio obvio de la residencia. Dice que el lugar se encontraba a lado izquierdo, justo después de entrar a la casa.
Ese dormitorio de Juan Gabriel podría considerarse un apartamento, pues además de la gran cama tenía su propia cocina, sala de estar, comedor y baño.
Pero la mejor parte de todo el lugar era lo que se ocultaba detrás de un simple librero. Al mejor estilo de las películas el librero se transformaba en la puerta a un espacio secreto donde el cantante resguardaba fotografías, libros, videos y más.
Pous asegura que entre todo hay material inédito muy valioso que está bajo su poder.
