El presidente del Consejo Europeo, António Costa, ha advertido sobre la llegada masiva del made in China a Europa como efecto colateral de la imposición de aranceles al gigante asiático por parte de EEUU. En su intervención en la reunión del Cercle d’Economia, Costa ha alertado de que China podría “usar a Europa para dar salida a sus productos castigados” por la guerra comercial desencadenada por Donald Trump.
Eso no ha evitado que Costa abogase por “construir una relación mutuamente beneficiosa y equilibrada entre Europa y China”, pero sin “permitir un comercio desequilibrado”. Las reglas económicas deben ser “predecibles” y “equilibradas”, en sus palabras.
“En este momento de desbarajuste global, la Unión Europea es un socio atractivo para el mundo”, ha afirmado el presidente del Consejo, que ha insistido en diversificar las alianzas del club del 27 mirando hacia otras potencias como India o también los países del Cono Sur.
Respecto a la carpeta de defensa, Costa ha afirmado que “más que 27 rearmes, precisamos un rearme colectivo de acuerdo con una estrategia definida”. Este rearme debería financiarse fundamentalmente de forma consorciada, aunque el político ha advertido sobre la emisión de más endeudamiento antes de devolver el dinero emitido durante la crisis del Covid-19.
“La paz sin defensa es una ilusión“, ha declarado, y ha puesto en valor el esfuerzo compartido de los países de la UE para alcanzar un gasto en defensa mínimo del 2% del PIB. “La mejor forma de fortalecer la relación transatlántica es fortalecer la autonomía estratégica de Europa. No se hace contra EEUU, sino que va al encuentro de la posición de EEUU. Esa es la gran negociación que tenemos que hacer de EEUU”, ha remachado.
Debate abierto
Tras la intervención de Costa, se ha abierto una mesa de debate con visiones encontradas sobre las relaciones entre el bloque occidental y China. Por un lado, Li Cheng, director y fundador del Centre on Contemporary China and the World de la Universidad de Hong Kong, ha tildado EEUU de “enfermo” y ha pedido que “vuelva a la senda correcta”. Por contra, ha presentado la política del gigante asiático como una búsqueda de equilibrios para el desarrollo económico.
“Tenemos la sensación de que China no ha jugado limpio, en eso coincidimos republicanos, demócratas e independientes. Tenemos una evolución no democrática en China. En cambio, Trump fue elegido de forma democrática, clara y limpia”, ha respondido Paula Dobrianksy, subsecretaria de Estado para asuntos globales (2001-2009) y miembro senior del Belfer Center de la Universidad de Harvard.
Fuente: Revista El Economista