Un pasillo de campeón, un vendaval red de 45 minutos, un arrebato de orgullo y coraje gunner, y un penúltimo adiós entre muchos abucheos y algún que otro aplauso. Pasó de todo en Anfield entre Liverpool y Arsenal. Goles, expulsiones, exhibiciones y emoción hasta el final. Fueron muchos los actores que pasaron por el césped del feudo red, pero hubo un gran protagonista, el que más focos acaparó incluso siendo suplente, y no fue ser otro más que Trent Alexander-Arnold. Anfield sentenció al ’66′ tras conocerse que dirá adiós al club de su vida a final de curso con cánticos de “There’s only one Conor Bradley” (“Solo hay un Conor Bradley”).

El recibimiento de los suyos fue más hostil del esperado, pero el inglés, que a punto estuvo de cambiar los pitos por los vítores si su lanzamiento de falta hubiese acabado dentro, podrá despedirse igualmente levantando el título de campeón de la Premier League. Con el norirlandés partiendo de inicio en el derecha, los pupilos de Arne Slot, sin más en juego que celebrar con su afición, se pusieron 2-0. Y porque David Raya impidió que fueran más. Con Alexander-Arnold en el campo, Merino marcó el definitivo 2-2.

Terminó pidiendo la hora el equipo de Mikel Arteta tras la expulsión del exjugador de la Real Sociedad, pero el punto que se llevan de Anfield les permite mantenerse a dos puntos del Newcastle, con 68, en segunda poisición. Eso sí, un salto de los magpies al Emirates Stadium el próximo fin de semana emborronaría aún más un final de temporada marcado por la dolorosa eliminación europea ante el PSG, a las puertas de la final de la Champions League. (D)

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