ANÉCDOTA MUNDIALISTA: El día que Paraguay se ganó el respeto de todo el mundo

“Mis compañeros y yo nos sentimos como héroes y creemos que de esa forma nos recibirán en nuestro país. Me siento un privilegiado por pertenecer a este equipo”, afirmó José Luis Chilavert apenas finalizó el partido que la Selección de Paraguay perdió 1-0 contra Francia, el anfitrión y uno de los máximos candidatos a ganar la Copa del Mundo 1998. Es que la Albirroja tuvo al borde del KO a los galos y recién perdió en el tiempo suplementario.

“Nuestra moral, más allá de la derrota, se mantiene muy alta. Nos sentimos orgullosos porque dimos todo ante uno de los favoritos. Francia sólo nos pudo superar después de casi dos horas, cuando nos dominó el cansancio”, agregó el arquero de Vélez, uno de los mejores del torneo en su puesto. Paraguay le jugó de igual a igual a un equipo que venía de tres victorias consecutivas y contaba con el apoyo de su público. Sin dudas, el balance guaraní en la Copa es más que positivo.

El Seleccionado paraguayo debutó con un empate 0-0 frente a Bulgaria y luego también empató sin goles contra España, otro de los favoritos. Tras ese partido, quedó claro que el equipo dirigido por Paulo César Carpegiani no había llegado a Francia sólo a sumar experiencia sino que tenía un objetivo claro y sabía cómo conseguirlo. Las virtudes mostradas en las Eliminatorias se trasladaron al Mundial y ninguno de sus adversarios pudo romper la sólida estructura defensiva liderada por Chilavert.

En el último partido de la primera fase, consiguió su única victoria: un claro 3-1 frente a una Nigeria ya clasificada que los depositió en los octavos de final y eliminó a España, ni más ni menos. Celso Ayala, Miguel Ángel Benítez y José Saturnino Cardozo anotaron los goles de Paraguay en Toulouse

Contra Francia en Lens, este equipo se ganó el mote de “heroico” y un lugar en la memoria de todos. Hasta el entrenador de Italia, Cesare Maldini, destacó el juego de la Albirroja: “Los jugadores de Paraguay jugaron como verdaderos combatientes”.

El plantel fue recibido por una verdadera multitud a su regreso a Asunción. Cerca de 10.000 personas se congregaron en el aeropuerto, donde la delegación fue recibida por el presidente Juan Carlos Wasmosy y el intendente de la capital, Martín Burt, quien los declaró “ciudadanos ilustres”. Luego, abordaron un ómnibus y se dirigieron al estadio Defensores del Chaco mientras lo seguía una gran cantidad de autos. Es el premio que merecía este grupo de jugadores que logró poner el nombre del fútbol paraguayo en lo más alto.

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