María Belén Vivero, abogada especializada en la industria de entretenimiento, participó en la Comisión de Educación para brindar sus observaciones al proyecto de Ley de Inteligencia Artificial unificado, analizado por la mesa legislativa. Para la jurista, la inteligencia artificial (IA), al ser una herramienta importante para el proceso creativo, necesita ser entendida como tal y no como un ente o sujeto creador.
Al respecto, mencionó que el artículo 26 del proyecto no aclara si la “protección a los desarrollos de la IA” se enfocarán a los códigos fuente en la programación de la IA, o a las obras generadas por esta. “La tendencia mundial actual no reconoce protección a estas obras, pues no son objeto de creación intelectual”, dijo.
Solicitó analizar el impacto de la IA en las industrias creativas, e implementar definiciones clave para protegerlas, como: intervención humana creativa determinante; asistencia sustancial de sistemas de inteligencia artificial; y, contribución humana original suficiente, a fin de determinar claramente la intervención de esta tecnología como herramienta de creación.
Además, solicitó implementar protecciones al talento creativo y al trabajo de las y los artistas, guionistas y músicos frente a la IA. “Se deben establecer limitaciones claras para evitar réplicas de actores sin su consentimiento, así como uso de sus voces generadas con IA sin pago de regalías, entre otras”, mencionó.
En otro orden, en el marco de la elaboración del informe para primer debate de las reformas al Código Ingenios, para regular las facilidades de pago de los créditos educativos, la comisión recibió a José Luis Ballesteros, quien detalló brevemente su caso.
A decir del compareciente, una vez desaparecido el antiguo Instituto Ecuatoriano de Crédito Educativo (IECE), su cartera de deuda pasó al Banco del Pacífico, “donde el crédito educativo de interés social paso a tener un interés de crédito de consumo cercano al 12 %, lo que elevó la deuda adquirida de 20 mil a 60 mil dólares”, señaló.
Por último, argumentó que los elevados intereses de los créditos educativos “han duplicado y hasta triplicado las deudas de aproximadamente 6 000 ciudadanos”.
Fuente: Asamblea Nacional