CONMEBOL y UEFA se enfrentan a una problemática que el mundo del fútbol eligió no callar más: el ajustado calendario que aumenta la exigencia y la presión de los futbolistas año tras año, motivo por el cual la FIFA recibió constantes reclamos alrededor del Mundial de Clubes que se estrenará en 2025.
En esta oportunidad, los organizadores de la Finalissima -certamen que vio la luz en 2021 con sede en Wembley- se encuentran con palos en la rueda a la hora de determinar la fecha en la que Argentina (campeón de la Copa América) y España (ganador de la Eurocopa) se verán las caras para definir el segundo trofeo de esta especie en disputa.
Lo cierto es que las fechas no dan. En Sudamérica, las jornadas correspondientes al parón que determina la FIFA se destinarán a completar las Eliminatorias para el Mundial 2026. En Europa, a su vez, harán lo propio para asegurar el desarrollo de la Liga de las Naciones. Esto hace que no haya un hueco disponible en la agenda hasta, al menos, septiembre de 2025.
Al calendario también hay que el mencionado Mundial de Clubes que se disputará a partir de junio próximo y la renovada UEFA Champions League, cuya final será el 30 de mayo del año entrante. Incluyendo cambios de formato en la Europa League y otras competiciones continentales, la Finalissima tiene serio riesgo de ser “pateada” hasta 2026 o bien suspenderse definitivamente.
Teniendo en cuenta la organización de la agenda internacional para el año que viene, UEFA y CONMEBOL apuntan a que la Finalissima se pueda disputar en marzo del 2026. Para ese entonces, la FIFA tiene guardada una fecha para las selecciones, en el marco de la preparación para la Copa del Mundo de Estados Unidos, México y Canadá.
Argentina no tienen ningún compromiso confirmado para dicha ventana, dado que su participación en las Eliminatorias Sudamericanas finaliza en septiembre del 2025 (última jornada con Venezuela). España, por otro lado, estaría libre siempre y cuando no deba afrontar el repechaje de las Eliminatorias de la UEFA para el Mundial.
Lógicamente, la organización de encuentros preparativos para la cita grande en 2026 será prioridad para ambas selecciones y, llegado el momento, las respectivas federaciones verán si es conveniente -o no- disputar un partido de semejante envergadura antes de la Copa del Mundo. Es decir, no sería ninguna sorpresa que la próxima edición de la Finalissima ni siquiera se dispute.
La sede de la Finalissima, otro tema a resolver
Para la organización de tal evento, en Sudamérica no aparece ningún escenario neutral conveniente, más allá de que desde la AFA ya ofrecieron el Estadio Monumental, alegando que en 2022 la Albiceleste jugó el partido en territorio europeo. Sin embargo, tanto UEFA como CONMEBOL están abiertas a pensar en la opción que mayores recursos económicos aporte para cada uno de los involucrados. Por eso, Estados Unidos se mantiene en pie como una alternativa, al igual que las principales ciudades de Europa. Se resolverá próximamente. (D)