Ambato ofrece la ruta de quintas, museos y delicias gastronómicas

El francés Erik Piter quedó fascinado con la Quinta de Juan León Mera, autor de la letra del Himno Nacional del Ecuador. El joven llegó atraído por la naturaleza y las obras del escritor ecuatoriano y visitó su antigua casona, rodeada de extensos jardines.

En la parroquia de Atocha, al norte de Ambato, este sitio es uno de los atractivos turísticos importantes de la urbe.
Piter, con su tío y un primo, no se perdió ningún detalle. Caminaron por los senderos cubiertos con adoquín de piedra. Ahí sobresalen las gigantes palmeras de coco chileno que plantó Mera.

“Es fantástico conocer este sitio donde se respira tranquilidad y se puede disfrutar de la naturaleza. Un lugar que inspira”, comentó el joven de 17 años.

En la casa de construcción mixta de adobe y bahareque con techo de teja, edificada en 1873 y ahora restaurada, funciona el museo en el que se exhiben el mobiliario, documentos, la copia de la letra del Himno Nacional. También hay objetos de la época que recrean el ­hogar donde vivió Mera.

Juan Pablo Toasa es el guía de la Quinta. Explica a Piter que el Himno Nacional fue escrito en Quito el 16 de diciembre de 1865, por Juan León Mera, mientras era secretario del Senado y por pedido de Gonzalo Espinoza, presidente del organismo. “Fue escrito en una noche, en una hoja de carta azul”.

La Quinta de Mera es de 5 hectáreas y forma parte del Jardín Botánico Atocha-La Liria que, a su vez, une a las casas museo de Nicolás Martínez y Juan León Mera en una extensión de 14 hectáreas.

Más de 300 especies endémicas como las Aguacollas, tunas, los primeros eucaliptos traídos de Australia y sembrados en 1865 y el camino de las palmeras, son algunos de los atractivos. Así menciona Gabriela Vásconez, guía de la Casa Turística Martínez-Holguín.

Tres kilómetros al sur de este lugar está la Quinta de Juan Montalvo, en Ficoa. En su antigua casa se guarda parte de su mobiliario. En el museo de las calles Bolívar y Montalvo, en el centro de Ambato, los cuartos guardan los trajes que usó el ‘Cosmopolita’, sus escritos, cartas y detalles de los destierros.

El Municipio de Ambato promociona esta ruta turística en Facebook e Instagram. Incluye el parque de la Familia, las Escalinatas del Tiempo, el Museo de la Casa del Portal, los miradores y la tradicional gastronomía, como el pan de Pinllo, la colada morada y las famosas gallinas de Pinllo.

Daniel Rodríguez, jefe de Turismo, dice que trabajan en un plan de dinamización turística, con la ampliación de nuevas rutas en el interior del Jardín Botánico. El propósito es que los visitantes tengan acceso a las riberas del río Ambato.

Escalinatas del tiempo

Ambato, desde lo alto, cautiva al visitante con el nuevo mirador, en el sector de Los Padres Josefinos. Ahí está el reloj gigante de vidrio, que se yergue sobre una torre metálica. Desde ahí se puede mirar el atardecer. Es el denominado paseo turístico ‘Las Escalinatas y el tiempo’, sitio en el cual el turista puede tomarse las mejores ‘selfies’.

Las 120 escalinatas se suben en gradas eléctricas o está disponible un ascensor. Del hermoso paisaje disfrutó María Fernanda Pinela. La joven de 25 años arribó desde Milagro. “El sitio tiene una vista espectacular de la ciudad”.

Museo Casa del Portal

En las calles Sucre, entre Montalvo y Castillo, está La Casa del Portal. En el Salón Identidad de la antigua casona se exhiben 150 piezas arqueológicas de cobre, plata y cerámica, como ollas, compoteras, platos, figuras humanas.

Además, representan las tumbas de los jefes y la gente del pueblo.

Los turistas conocen la historia de las culturas Panzaleo, Puruhá y Cosanga-Píllaro, que se extendieron en esta provincia.

En otros salones se muestran las obras pictóricas de los artistas ambateños Luis Alfredo Martínez y Oswaldo Viteri. Se aprecian las fotografías del proceso eruptivo del volcán Tungurahua, captadas por el fotógrafo Raúl Díaz.

El pan de Pinllo

Ambato aún conserva su tradicional pan de Pinllo, elaborado por la quinta generación de la familia Bonilla. Este manjar se elabora hace más de 100 años. Se fabrica en la parroquia del mismo nombre, que está ubicada al suroccidente de Ambato. Ricardo López mantiene este legado en la panadería denominada Pan Tradicional.

 

Fuente: El Comercio

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