Acuerdo con la UE y una “ambiciosa agenda externa”: el plan de Brasil en la presidencia en Mercosur

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, asumió este martes la presidencia pro tempore del Mercado Común del Sur (Mercosur), que ostentaba desde el pasado diciembre Argentina.

El cambio de mando para los próximos seis meses se dio durante la LXII Cumbre de Jefes y Jefas de Estado del Mercosur, realizada en Puerto Iguazú, en la provincia de Misiones, Argentina.

Me comprometo a concluir el acuerdo con la Unión Europea (UE), el cual debe ser equilibrado y asegurar el espacio necesario para la adopción de políticas públicas a favor de la integración productiva y la reindustrialización”, expresó Lula en el encuentro, como uno de sus ofrecimientos mientras Brasilia esté al frente del bloque regional.

Sobre esa negociación con la UE, que ya lleva más de dos décadas, insistió en que no hay ningún interés en acuerdos que condenen al organismo suramericano “al eterno papel de exportadores de materias primas, minerales y petróleo”.

El mandatario se quejó del “instrumento adicional” presentado por la UE en el primer trimestre de este año, al que calificó de “inaceptable”. Se trata de un añadido al capítulo de comercio de bienes, que se centra en cuestiones ambientales, que irían más allá de lo acordado en foros multilaterales y que en el Mercosur temen que se traduzcan en exigencias que conlleven sanciones.

Los socios estratégicos no negocian basados en la desconfianza y la amenaza de sanciones, es por lo tanto imperativo que el Mercosur presente una respuesta rápida y contundente”, enfatizó.

Otras negociaciones

Además de las conversaciones con la UE, Lula se comprometió a revisar y avanzar en los acuerdos que el Mercosur está negociando con Canadá, Corea del Sur y Singapur.

Asimismo, explorarán nuevos frentes de negociación con socios como China, Indonesia, Vietnam y países de Centroamérica y el Caribe.

Para el mandatario brasileño, además, aun hay espacio para mejorar los acuerdos comerciales con Chile, Colombia, Ecuador y Perú, que son estados observadores del bloque. “Retomaremos una ambiciosa agenda externa para ampliar el acceso a los mercados de nuestros productos de exportación”, dijo al respecto.

También en la agenda

Lula volvió a referirse a la necesidad de la adopción de una moneda común para realizar operaciones de compensación entre los países del Mercosur.

Sobre ello, indicó que esto “ayudará a reducir costos y facilitar aún más la convergencia”; y aclaró que se trata de “una moneda de referencia específica” para el comercio regional, que no eliminará las respectivas monedas nacionales.

El mandatario brasileño, además, dijo que la presidencia pro tempore de su país pretende “perfeccionar” el arancel externo común del Mercosur y evitar que las barreras no tributarias comprometan el flujo de su comercio.

“En 2022, el comercio intramercosur ascendió a 46.000 millones de dólares, no es poco, pero está por debajo del pico registrado en 2011, de 52.000 millones de dólares. Estamos por debajo de nuestro potencial“, expresó.

También hizo referencia a la agenda inconclusa con dos sectores aún excluidos del libre comercio, que son el automotriz y el azucarero.

Por otro lado, señaló que trabajarán para movilizar recursos junto a los bancos nacionales y agencias regionales de desarrollo “para financiar proyectos de infraestructura física y digital“.

“Solo la unidad del Mercosur, Suramérica y América Latina y el Caribe nos permitirá retomar el crecimiento, combatir las desigualdades, promover la inclusión, profundizar la democracia y garantizar nuestros intereses en un mundo cambiante, en transformación, esto es lo que nuestras poblaciones esperan y es lo que debemos hacer”, concluyó.

 

Fuente: actualidad.rt.com

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