A un mes del estiaje, Gobierno sigue pensando en importación de gas y barcazas para evitar los temidos apagones

A un mes de que se presente el estiaje en la región Amazónica, lo que significa una caída de la generación en las principales plantas hidroeléctricas del país, hay voces como las del analista energético y catedrático Fernando Salinas preocupadas por posibles apagones y advierten de manera coloquial que “hay que ir pensando en comprar velas”. Pero el ministro de Energía, Fernando Santos Alvite, asegura que hay alternativas y es optimista en que se superará el problema del estiaje –baja hidrológica de octubre 2023 a marzo 2024– sin mayores complicaciones: “No habrá que comprar velas”, responde.

¿Pero cuáles y qué tan viables son las alternativas en las que piensa el Gobierno?

El Operador Nacional de Electricidad-Cenace, según relata Santos, actualmente tiene previstas dos salidas. La primera sería la importación de 50 millones de pies cúbicos de gas para poner a tope la producción de Termogás Machala, pero también complementariamente incorporar más generación a través de una planta con una capacidad instalada de 465 MW. Esta funcionaria con fuel oil 4 y 6. Actualmente ya se descartó por completo la posible venta de energía desde Colombia.

Sin embargo, la posibilidad de importar gas para que Termogás Machala genere al menos 180 MW (actualmente solo genera 50 MW) depende de algunos factores.

El ministro indica que actualmente se sigue analizando si la plataforma del Campo Amistad que recibe el gas de pozos en producción se puede conectar con un barco que traiga gas importado. Para ello, un técnico internacional vendrá en los próximos días y lo definirá. En caso de que el técnico emitiera un reporte indicando que sí se puede implementar el proceso de importación, se haría una licitación inmediata y en un mes o mes y medio podría ya estar el barco abasteciendo gas para Termogás Machala.

Para Santos, lo que se debe establecer es si es o no posible conectar la manguera del barco a la plataforma del Campo Amistad. De acuerdo con el ministro el principal problema técnico que habría, según lo ha reportado Petroecuador, es que el mezclar el gas importado con el sacado de los pozos generaría una contaminación del gas importado que ya viene limpio. Este tema “sería de difícil manejo”, reconoce.

Adicionalmente, comenta que la posible importación de gas a través de esta plataforma no afectará la licitación de dicho campo que está en marcha en estos días. Explica que la importación se haría solamente mientras dure el estiaje y que se priorizará, más adelante, la esperada mayor producción nacional de gas natural de este bloque gasífero, costas afuera. “A medida que salga gas producido en el Campo Amistad se reducirá el nivel de importación pues –por razones económicas– es mejor producir localmente que importar. Es solo mientras esté presente el estiaje que se importará, no es un contrato permanente con este buque”, dice Santos. Y asegura que importar gas para pocos meses, si bien es más caro que hacerlo con contratos a largo plazo, siempre resulta más barato que producir con diésel.

En todo caso, si el técnico finalmente considera que no es posible, entonces habría que descartar este plan, y buscar otras posibilidades.

Santos asegura que es necesario que funcione Termogás Machala y por ello si el gas no resulta se deberá importar diésel, lo cual será carísimo (parte sería diésel importado y parte diésel local).

Sobre la necesidad de generar 465 MW, que indica Cenace, el ministro explica que la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec) ya tiene listos los términos de licitación para la generación adicional, que puede ser a través de buques que se acoderen en la zona del golfo de Guayaquil, en las esclusas. Pero también a través de equipos en tierra, pues hay compañías que han ofrecido esta posibilidad.

Paralelamente, el ministro informa que Celec está reparando el parque termogenerador y en las próximas semanas estará lista una planta de Termoesmeraldas de 100 MW y se traerá otra planta de Los Ríos.

Pese a ello, Fernando Salinas considera que el próximo estiaje se dará en un escenario energético complejo y no descarta racionamientos en el servicio de electricidad, cosa que significaría un verdadero “garrotazo” a la economía.

Salinas reclama que durante este y el Gobierno anterior no se ha actuado para ampliar el parque generador. Tampoco hubo señales claras para la inversión privada y se insistió en las críticas a las fallas registradas en las obras, pero no se ha avanzado a remediar estos problemas. “¿Cuánto podría aportar una central hidroeléctrica como Toachi Pilatón si hubiese sido concluida en estos seis años? ¿Cuánto podría generar la central Térmica Termogás Machala si tuviese todo el suministro de gas natural para operar a toda su capacidad?”, se pregunta.

Critica que se haya postergado por muchas ocasiones una licitación de Campo Amistad, lo que ha hecho que la planta Termogás Machala funcione solo a un tercio de su capacidad e inclusive que se vea forzada a generar con diésel como combustible, hecho que resulta tremendamente oneroso.

Actualmente hay incertidumbre del grado de sequía que presentará el estiaje. Mientras algunos expertos consideran que será más agresivo, pues está correlacionado con la agresividad que presente también el fenómeno de El Niño, desde la Secretaría de Riesgos se indica que ambos son fenómenos que van por cuerdas separadas.

Sobre el tema, Rodrigo Rosero, subsecretario general de la Secretaría de Riesgos, explica que el fenómeno de El Niño tiene su presencia y sus impactos hacia la cordillera occidental, porque el resto del territorio está limitado por la Cordillera de los Andes, que no permite que las lluvias lleguen hacia la región oriental.

Actualmente, la Secretaría ha estado trabajando en coordinación con los correspondientes gobiernos autónomos descentralizados (GAD) en los 143 cantones que podrían ser afectados y que se ubican entre los 0 y los 1.500 metros de altura.

Rosero explica que se espera que haya puentes colapsados, poblaciones inundadas, movimientos de masa de tierra. El Niño se presentaría desde finales de septiembre del 2023 hasta mayo o junio o julio del 2024. Se ha declarado la alerta amarilla en 17 provincias.

En la otra cara de la medalla, las provincias que no se afectarán son justamente las cinco de la Amazonía y Tungurahua. Las provincias de la Amazonía en donde se encuentran las mayores centrales hidroeléctricas, como Coca Codo Sinclair y Paute que generan, entran desde octubre hasta marzo en una etapa de baja hidrológica o estiaje.

En este sentido, según Rosero, el Ministerio de Energía tiene la responsabilidad de garantizar el fluido eléctrico a nivel nacional.

 

Fuente: El Universo

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