MIAMI. – Uno de cada ocho hombres en Estados Unidos puede ser diagnosticado con cáncer de próstata, señala el Instituto Nacional del Cáncer. La próstata es una glándula pequeña con forma de nuez que produce el líquido seminal que nutre y transporta el esperma.
Señala que se trata de la metaplasia o cambios celulares que ocurren en las células asinares prostáticas y ocurre por distintas causas. Uno de los factores fundamentales es la edad: por encima de los 40 años es donde se ubica el principal riesgo de desarrollar la enfermedad. A partir de allí, se duplica la probabilidad.
“Por eso es que, en la mayoría de los pacientes se hace el diagnóstico por encima de los 56 a 60 años de edad”, señala Ramírez en entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS.
Refiere que, actualmente, cada paciente se maneja de forma individualizada. Esto quiere decir que entran a considerarse factores como la etnia: los pacientes afroamericanos tienen un riesgo incrementado de ocho veces más probabilidades de tener un cáncer de próstata más agresivo.
“Otro factor son los antecedentes en la familia de los genes BRCA, sobre todo el BRCA2, que también están involucrados en el cáncer de mama, son predisponentes a cáncer de próstata sumamente agresivos. Hoy en día, en los países desarrollados, la dupleta genética se le hace prácticamente a la mayoría de los pacientes”, indica Douglas Ramírez.
El urólogo señala que, en los últimos años, se ha visto incidencia de este tipo de cáncer en pacientes de 45 años, siempre que haya antecedentes en el paciente: raza afroamericana, antecedentes de padre y hermano con cáncer de próstata, antecedente de cáncer de mama o antecedentes estudiados genéricamente donde hay la predisposición a la enfermedad.
Ramírez asevera que un aspecto importante es que se ha atravesado la barrera del machismo, especialmente en América Latina, donde el paciente acudía al urólogo solo en caso de presentar síntomas. En este punto destaca la importancia del Mes Azul de la Salud Masculina que abarca la atención del cáncer de próstata, el cáncer testicular y la salud mental.
“Al aumentar la incidencia de la detección, hemos aumentado la atención del cáncer de próstata en estadios muy iniciales, lo cual ha permitido una sobre vida en el paciente”, expresa.
Añade que, de allí la importancia de acudir anualmente a la cita médica con el urólogo: a partir de los 40 años, como indican las guías medicas actuales.
Detección del cáncer
El urólogo Douglas Ramírez explica que dentro de las vías menos invasivas para la detección de este tipo de cáncer se encuentra la prueba del antígeno prostático.
“El antígeno es una glucoproteína que segrega la próstata de forma natural, actúa a nivel seminal. Pero, en presencia de cáncer, se sobre estresa y se eleva en sangre. Siendo quizás esta una de las herramientas iniciales que tenemos los urólogos para la detección”, indica.
Asimismo, señala que existen estudios de imágenes avanzados, pero el tacto rectal continúa siendo una herramienta para los países en subdesarrollo. “Cuando se palpa algo es cuando ya el paciente tiene desarrollo del tumor maligno”, apunta el médico.
Indica que se hacen estudios de imágenes especializados como la resonancia magnética multiparamétrica (RMN) de próstata, la cual va a determinar si se realiza una biopsia.
Según el protocolo, y dependiendo de los hallazgos, se indica si procede la biopsia por punción, la cual es muy precisa, genera trazos lineales y menos daños al paciente. Añade que las biopsias tradicionales transrectales también aportan información importante.
Si se requiere, cuando hay parte de un diagnóstico o sospecha de malignidad, se procede a la realización de Tomografía por Emisión de Positrones (TEP). Con este estudio, explica el doctor Ramírez, también se visualiza si hay presencia de ganglios o de metástasis.
Pronóstico de la enfermedad
El urólogo señala que, hasta hace unos años, el cáncer de próstata era indicativo de cirugía radical de la próstata. En este sentido, expresa que se trata de una cirugía muy demandante que deja muchas secuelas al paciente, como la incontinencia y la disfunción eréctil.
“Con los años, cada vez se opera menos el cáncer de próstata y se indican más tratamientos coadyuvantes. Solamente los cánceres altamente localizados son los que quizás van a ir a terapia quirúrgica, cirugías radicales de próstata que no tienen nada que ver con la parte de benignidad, pero que puede dejar secuelas importantes con incidencia sobre la calidad de vida. Esto se le explica al paciente”, señala el médico.
En ese contexto, puntualiza, pueden darse terapias focales, inclusive radioterapias, al paciente que han dado buenos resultados sin afectar sus condiciones personales y su salud mental.
Con esto se mantiene la continencia urinaria y la erección: “Nos va a permitir que la sobrevida del paciente sea bastante amplia”.
Un elemento clave es que no todos los cánceres se comportan de la misma manera. “Por eso es importante que el estudio se complemente con oncólogos médicos, radioterapeutas. Hemos dividido los cánceres en bajo riesgo, riesgo intermedio a riesgo alto y por eso se tratan de forma independiente”, resalta.
De allí que el cáncer de próstata de bajo riesgo no se trata. En este caso, se hace seguimiento a largo plazo. “Hemos visto que estos pacientes se van a morir de todo, menos de eso”, indica Douglas Ramírez.
El urólogo asevera que la falta de curación dependerá del tipo de cáncer, si es localizado, y de su tipo de diferenciación celular. Agrega que, cuando se habla de hacer curación, es cuando se opera a un paciente y no va a quedar ninguna enfermedad residual.
“Y para eso son puntuales los casos, son pocos donde se puede decir que se operó y no quedó nada. Tienen que ser casos que se agarren en la fase inicial”, sostiene.
El especialista subraya: “El cáncer no es indicativo de que es el final. Al contrario, el diagnóstico de cáncer de próstata hoy en día es el indicativo de que se aprende a vivir con una condición que no necesariamente afecta la calidad de vida, pero hay que sobrellevarla, como ocurre con la hipertensión o la diabetes”.
El doctor Ramírez también refiere que se recurre a terapias hormonales, las cuales se efectúa de forma exógena con el uso de medicamentos.
Fuente: diariolasamericas.com