La encuesta mensual a gestores de fondos de Bank of America ha sido especial este mes de noviembre. Las elecciones presidenciales en Estados Unidos se han producido mientras los gestores respondían a las preguntas del banco americano, y los resultados de los comicios han sido un antes y un después en el ánimo de los encuestados. La victoria de Donald Trump ha hecho que los encuestados mejoren mucho sus expectativas de crecimiento económico, y no sólo en Estados Unidos, sino también en la economía global. Las expectativas de que haya repuntes de inflación a 12 meses vuelven a ser mayoritarias, y alcanzan niveles que no se veían desde verano de 2021. En este contexto, los gestores vuelven a inclinar sus carteras hacia el mercado estadounidense, y apuntan cómo los principales beneficiados serán la bolsa del país, especialmente las pequeñas capitalizadas, y el dólar.

La victoria republicana en las elecciones estadounidenses ha disparado el optimismo de los gestores de fondos. Los resultados de la encuesta de noviembre de Bank of America lo dejan claro: antes de saber quién sería el ganador de los comicios, los resultados de la encuesta apuntaban a una cierta mejora de las expectativas de crecimiento económico en el mundo, pero que no terminaban de convencer a los escépticos. A 12 meses, de hecho, los encuestados seguían esperando que la economía frenase el ritmo de crecimiento; sin embargo, tras conocer los resultados de las elecciones, las expectativas de crecimiento se dispararon hasta los niveles más altos que se han visto desde agosto de 2021. Ya es un 23% neto de los encuestados (el porcentaje de gestores que dice ser positivo con el crecimiento, menos el porcentaje de quienes son pesimistas) que esperan una economía mundial más fuerte el año que viene.

Esta mejora del optimismo, como es lógico, se ha centrado todavía más en Estados Unidos. Antes de saber los resultados, las expectativas de crecimiento a 12 meses eran negativas, con un -15% neto de los encuestados esperando un deterioro, y esta cifra se ha dado la vuelta hasta quedar en el 28%. El giro ha sido tan rápido que ya casi se ha borrado la posibilidad de que la economía mundial aterrice en los próximos 12 meses, como lleva siendo el escenario esperado por los analistas desde hace más de un año: ahora ya sólo el 55% de los encuestados espera que haya un aterrizaje suave, y la posibilidad de que la economía no necesite aterrizar asciende hasta el 33%, cuando en octubre, en la última encuesta, era de sólo el 14%. Apenas un 8% de los encuestados espera que haya un aterrizaje brusco, un reflejo de la mejora de las perspectivas macroeconómicas que se ha producido este mes.

Un giro hacia activos estadounidenses

Con los resultados de las elecciones sobre la mesa, los gestores no dudan de que los grandes ganadores de los comicios serán los activos estadounidenses. Antes de saber los resultados, cuando se les preguntaba por la clase de activo que mejor se comportará en 2025, las respuestas empataban entre “la bolsa mundial” y “la bolsa estadounidense”. Sin embargo, una vez se conoció la victoria de Trump, las respuestas se inclinaron claramente por esta última, con casi el 45% de los encuestados apuntando en esta dirección, por encima del 21% que sigue señalando la bolsa mundial.

Dentro de la bolsa americana, las pequeñas capitalizadas destacan ahora como las grandes ganadoras de las elecciones. Antes de los comicios, los encuestados destacaban el Nasdaq como el índice bursátil que mejor lo haría en 2025, pero tras los comicios, el Russell 2000 le ha pasado por la derecha, y se coloca como el favorito de cara al año que viene para el 35% de los encuestados. Esto confirma cómo los gestores consideran que las políticas económicas propuestas por Trump, ya sean las bajadas de impuestos, o los elevados aranceles a las importaciones, se perciben como especialmente positivas para las pequeñas y medianas empresas estadounidenses.

No sólo la bolsa americana gana en exposición con la victoria de Trump: el dólar también destaca como uno de los mayores ganadores. Antes de conocer los resultados las elecciones los gestores estaban especialmente optimistas con el yen japonés, que lideraba las encuestas como la divisa favorita para 2025. Sin embargo, los comicios han dado un giro a estas expectativas, y los encuestados colocan al dólar en cabeza de cara al año que viene, con el 45% de ellos destacándolo como la mejor divisa para ese periodo. El oro también ha experimentado una mejora de las expectativas, y es el segundo favorito para 2025.

El gran peligro vuelve a ser la inflación

No todo es color de rosa para los encuestados. La mejora de las perspectivas de crecimiento económico lleva asociada un peligro: el regreso de la inflación. Los gestores son conscientes de que el precio que habrá que pagar por el crecimiento que generarán las políticas de Trump es el de un mayor aumento de los precios, y la pérdida del poder adquisitivo en el país. Las expectativas de inflación se han disparado hasta máximos de agosto de 2021 en la encuesta, y por primera vez desde ese año, los gestores encuestados por Bank of America creen que el IPC será mayor en los próximos 12 meses de lo que es ahora.

De hecho, es un motivo de preocupación, ya que los encuestados reconocen que el mayor peligro que perciben para la economía mundial en este momento es que se produzca un nuevo acelerón en la subida de los precios, una posibilidad que les preocupa más que los conflictos geopolíticos, en segundo lugar, o que se produzca una recesión en Estados Unidos, un escenario que ya parece estar casi descartado.

Fuente: Revista El Economista

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