6 nov (Reuters) – El inminente regreso del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, a la Casa Blanca parece poner a la Reserva Federal en un camino más lento y menos profundo para los recortes de las tasas de interés, con una serie de nuevas políticas adoptadas por el líder republicano a punto de impulsar la economía y detener, o revertir, la desaceleración de la inflación.
Todavía se espera ampliamente que los banqueros centrales de Estados Unidos recorten la tasa de interés de referencia de la Fed en un cuarto de punto porcentual al rango de 4.50%-4.75% cuando concluyan su reunión de política monetaria de dos días el jueves.
Los contratos de futuros vinculados a la tasa de política monetaria de la Fed también están valorando un recorte de tasas en diciembre, aunque con un poco menos de confianza que antes, a medida que el banco central recalibra los costos de endeudamiento a la inflación, que ahora está mucho más cerca de su objetivo del 2%, y a un mercado laboral que se enfría.
Pero en un cambio que podría ser consecuente para las empresas y los hogares que buscan refinanciar la deuda o pedir prestado de nuevo, los operadores ahora apuestan a que la Fed recortará su tasa de política monetaria solo dos veces en 2025, bajándola al rango de 3,75%-4% y probablemente tardando hasta julio en hacerlo.
Si esas apuestas se confirman, el final de la actual campaña de recortes de tasas de la Fed llegaría más de un año antes y su tasa de política monetaria sería un punto porcentual más alta de lo que la mayoría de los funcionarios de la Fed habían proyectado después de su recorte inicial de tasas en septiembre.
Los datos económicos más fuertes de lo esperado desde la reunión de septiembre habían estado reajustando progresivamente las expectativas de las tasas del mercado de una senda de recortes de tasas menos profunda. Ese cambio de opinión cobró fuerza cuando Trump aseguró su victoria sobre la vicepresidenta demócrata Kamala Harris pocas horas después de que cerraran las últimas urnas el miércoles.
Trump hizo campaña con promesas de arreglar lo que él ve como una economía enferma, y planea imponer aranceles más altos, reducir impuestos y lanzar una ofensiva contra la inmigración para hacer eso.
Los economistas dicen que es probable que esas políticas conduzcan a un crecimiento económico más rápido y a un mercado laboral más ajustado que, junto con los mayores costos de importación, ejercerían una presión al alza sobre los precios. Varios economistas de Wall Street citaron el miércoles esos riesgos mientras pronosticaban menos recortes de tasas de la Fed el próximo año.
El impacto de las políticas de Trump podría extenderse a lo largo de los años, advirtieron algunos analistas, y no está claro qué tan completamente cumplirá sus promesas.
“El retraso en las implicaciones inflacionarias de los aranceles y la política fiscal expansiva permite a la Fed seguir recortando los tipos de interés hasta 2026, ya que el banco central todavía necesita recalibrar la política monetaria para que sea menos restrictiva”, escribieron los analistas de Oxford Economics, manteniendo su opinión de que la Fed bajará su tasa de política monetaria cerca del 3% para mediados de 2026.
Esa visión podría cambiar, dijeron, a medida que las intenciones de Trump se vuelvan más claras en los próximos meses.
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