El Gobierno de Bolivia informó este viernes la detención de 66 personas durante un operativo policial y militar para levantar los bloqueos de carreteras que, desde hace 19 días, mantienen los seguidores del ex presidente Evo Morales en el centro del país.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, detalló que los detenidos fueron sorprendidos “cometiendo una serie de delitos en flagrancia” contra la vida de efectivos policiales y militares.
Del Castillo precisó que 55 de los detenidos fueron trasladados de inmediato a La Paz, ya que “conforme a la normativa legal vigente, los delitos de terrorismo deben ser investigados aquí, en la sede de Gobierno”.
Los acusados enfrentan cargos por terrorismo, alzamiento armado, tráfico de armas, tenencia ilícita, instigación pública a delinquir, atentados contra la seguridad del transporte y servicios públicos, asociación delictuosa y secuestro.
Cómo fue el operativo policial
Policías y militares de Bolivia tomaron este viernes el control del principal punto de bloqueo de los seguidores del ex presidente Evo Morales en Parotani, a 40 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, tras 19 días de protestas que paralizaron las rutas de la región. El operativo, iniciado en la madrugada, enfrentó la fuerte resistencia de los manifestantes, quienes lanzaron dinamita y piedras.
Las fuerzas de seguridad respondieron con gases lacrimógenos, logrando finalmente dispersar a los manifestantes. Simultáneamente, un contingente policial que partió desde Oruro levantó otro bloqueo en la localidad de Sayari, restaurando parcialmente el tránsito hacia el occidente del país.
El operativo para desbloquear la carretera principal entre Cochabamba y el occidente movilizó a más de 3.000 policías, con apoyo de las Fuerzas Armadas. Durante los enfrentamientos, 21 agentes resultaron heridos, según Del Castillo, quien lamentó que, aunque se ha cumplido una primera fase, “la misión no ha sido alcanzada”, pues Cochabamba sigue afectada por bloqueos hacia el oriente del país.
En respuesta al avance del operativo, Evo Morales pidió a sus seguidores considerar una pausa en las protestas para evitar “hechos de sangre” y se declaró en huelga de hambre desde el Trópico de Cochabamba, su bastión político. Morales exigió que cualquier negociación con el Gobierno de Luis Arce cuente con la mediación de “organismos internacionales o países amigos”.
A pesar del llamado del ex mandatario boliviano, los sectores movilizados decidieron mantener los bloqueos, criticando lo que consideran una “brutalidad del Gobierno”.
Las autoridades han señalado que las pérdidas económicas superan los 1.700 millones de dólares y que se agravaron los problemas de desabastecimiento de combustibles e inflación por los bloqueos.
El presidente Luis Arce denunció que “grupos armados afines a Evo Morales” tomaron “por asalto” tres unidades militares, incluidos los lugares donde se guarda armamento, y retienen “como rehenes a militares y a sus familias, y amenazando sus vidas”.
Arce y Morales están distanciados desde 2021 por diferencias en la administración del Estado que se profundizaron ante la necesidad de renovar la directiva nacional del MAS y elegir al candidato oficialista para las elecciones de 2025.
Fuente: INFOBAE