La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, aseguró este jueves en una rueda de prensa que la economía global tendrá un “aterrizaje suave” pero alertó de que es posible que “corre el riesgo de quedarse estancada en una senda de bajo crecimiento y alto endeudamiento”. La entidad publicó el martes su informe de Perspectivas Económicas de otoño en las que augura que el PIB global cerrará, tanto este año como el que viene, en el entorno del 3,2%. “Es la perspectiva a mediano plazo más baja en décadas y el comercio ya no es un motor poderoso de crecimiento”, aseguró la economista búlgara.

Por otra parte, este miércoles también publicaron su Monitor Fiscal en el que aseguran que la deuda global aumentará hasta el punto de que este año llegará los 100 billones de dólares (92 billones de euros), lo que representará el 93% PIB global. Además, prevén que mantenga su senda ascendente durante el resto de la década, hasta acercarse al 100% del PIB en 2030.

Georgieva aseguró que la combinación del alto endeudamiento junto con un crecimiento mediocre “implica menores ingresos y menos empleos”. También “menos ingresos públicos y, por lo tanto, menos inversión para apoyar a las familias y combatir los desafíos a largo plazo, como el cambio climático”.

En este sentido, reiteró que dentro del marco de las reuniones anuales que celebran el FMI y el Banco Mundial estos días en Washington, están pidiendo a los Gobiernos que empiecen a hacer reformas para revertir esta situación de estancamiento económico y endeudamiento elevado. En líneas generales, los planes que la entidad multilateral presentó a las autoridades económicas de los distintos países, entre los que está España, van por “asegurar el aterrizaje suave y salir de la senda de bajo crecimiento y alto endeudamiento”, anunció.

“A todos -los gobernantes- les pregunto cómo está su economía. La respuesta es buena. Pero, ¿cómo está el estado de ánimo de su gente? La respuesta no es tan buena. Las familias siguen sufriendo por los altos precios y el crecimiento mundial es anémico”, dijo.

Por eso recordó que para lograr esos planes que garanticen el “aterrizaje suave” es necesario que la inflación vuelva a su objetivo en todos los países del mundo y advirtió a los bancos centrales que “terminen su trabajo”, ajustando los tipos de interés pero “sin que eso afecte al mercado de trabajo”.

“Ahora es el momento de reconstruir los amortiguadores fiscales en la mayoría de los países, lo que se puede hacer gradualmente, pero es necesario comenzar ahora”, dijo. Asimismo, aseveró que “es crucial” que los países hagan reformas “progresistas” que van desde “la reducción de la burocracia hasta la mejora de la gobernanza”.

Es cierto que las reformas emprendidas hasta ahora por los distintos países “han sido una fuente importante de beneficios”, dijo, y que sus análisis demuestran que si se sigue la senda reformista “puede aumentar la producción hasta en un 8% en 40 años en los países en desarrollo”.

En lo que respecta a la globalización, Georgieva volvió a denunciar la fragmentación del mundo en bloques y aseveró que el comercio “ya no es un motor de crecimiento” por lo que animó a “proteger los beneficios de la integración económica” frente a un mundo “cada vez más fragmentado”, lamentó, a causa de los conflictos internacionales y la aparición, nuevamente, de bloques económicos.

Fuente: Revista El Economista

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