Si hace tiempo que no limpias a fondo tu microondas, podría ser el momento de empezar.

Los microondas, que utilizan radiación no ionizante para calentar los alimentos, no poseen la capacidad de alterar las estructuras celulares directamente. Sin embargo, la temperatura alcanzada puede ser suficiente para eliminar bacterias, aunque no de forma tan efectiva como se podría suponer. Este hecho ha llevado a que se acumulen comunidades microbianas en su interior, que varían significativamente entre los microondas domésticos y los de laboratorio.

El estudio: casi 750 especies diferentes de bacterias

Los investigadores examinaron un total de 30 microondas, tomando muestras de 10 de uso doméstico, 10 de espacios compartidos como oficinas y cafeterías, y 10 de laboratorios. Para su sorpresa, encontraron nada menos que 747 géneros diferentes de bacterias, pertenecientes a 25 grandes grupos (filos) bacterianos.

La diversidad era menor en los microondas domésticos, cuyo “microbioma” se asemejaba más al de otras superficies de cocina, con presencia de bacterias como KlebsiellaEnterococcus Aeromonas, que, aunque comunes, pueden representar riesgos para la salud si no se gestionan adecuadamente. En cambio, los microondas de laboratorio albergaban una comunidad microbiana más diversa y resistente, similar a la hallada en otros entornos extremos como los paneles solares, lo que demuestra su capacidad para resistir condiciones adversas.

“Nuestros resultados revelan que los microondas domésticos tienen un microbioma más ‘antropizado’, similar al de las superficies de cocina, mientras que los microondas de laboratorio albergan bacterias más resistentes a la radiación”, explica Torrent, según cita el medio científico Interesting Engineering.

Los investigadores recomiendan limpiar regularmente los microondas para reducir el riesgo de contaminación bacteriana.

El estudio, publicado en Frontiers in Microbiology, destaca la resistencia y adaptabilidad de estas comunidades microbianas. Manuel Porcar, coautor del estudio y director general de Darwin Bioprospecting Excellence, sugiere que la presencia de estos microbios es indicativa de una selección natural en la que solo las bacterias más resistentes sobreviven.

“Nuestra hipótesis es que las microondas en realidad seleccionan del conjunto de bacterias presentes en el aire y las superficies aquellas capaces de resistir la radiación”, declaró Porcar a Newsweek.

Estos hallazgos, si bien pueden resultar inquietantes, no suponen necesariamente un mayor riesgo en comparación con otras superficies de la cocina. No obstante, para reducir el riesgo de contaminación, los investigadores recomiendan limpiar regularmente los microondas con productos desinfectantes como soluciones diluidas de lejía o aerosoles desinfectantes comerciales. Además, es esencial limpiar cualquier derrame inmediatamente y mantener las superficies interiores del microondas limpias después de cada uso.

Aplicaciones biotecnológicas importantes

Este descubrimiento abre nuevas posibilidades en el campo de la biotecnología, ya que la adaptabilidad de estas bacterias resistentes, capaces de tolerar entornos extremadamente duros, podría ser una mina de oro para diversas aplicaciones industriales. Los investigadores sugieren que estas bacterias podrían ser utilizadas en procesos que requieren organismos capaces de sobrevivir y prosperar en condiciones extremas, ofreciendo soluciones innovadoras y eficientes para múltiples industrias.

Editado por Felipe Espinosa Wang con información de Frontiers in Microbiology, New Scientist, Interesting Engineering y Newsweek.

FUENTE DW

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