Francia arranca una campaña de ajuste presupuestario con la que pretende ahorrar 60.000 millones de euros y el primer anuncio oficial que han hecho ha sido el de aplazar la revalorización de las pensiones del 1 de enero de 2025 al primero de julio.
Fuentes del Gobierno aseguraron a elEconomista.es que se trata de un aplazamiento y que no se congelarán. Según explicaba el jefe de Economía del canal de televisión de TF1, posponer la indexación de las pensiones del 1 de enero al primero de julio significa ganar medio año, lo que supone “un total de 4.000 millones de euros, de los cuales el Estado recibe la mayor parte, cerca de 3.000 millones”.
Según el experto, esto “es una contribución significativa a los esfuerzos que tendremos que hacer el próximo año mientras el Estado busca la manera de ahorrar miles de millones de euros”. A inicios de este año, las pensiones básicas en Francia se incrementaron un 5,3% por su indexación a la inflación.
Fuente de Bercy (así se conoce al ministerio de Economía y Finanzas francés) confirmaron a este periódico que el Ejecutivo pretende cumplir un objetivo de déficit del 5% del PIB para 2025. Aunque está previsto que este año, según las estimaciones de las autoridades fiscales y del propio Gobierno, cierren con un descubierto en las cuentas de entre el 6% y el 6,1%.
Está previsto que la próxima semana el Ejecutivo galo presente los Presupuestos de 2025 en donde van a incluir un importante paquete de medidas de recorte del gasto público y aumentos de impuestos “temporales” que les permita ahorrarse 60.000 millones de euros y así doblegar el déficit hasta la senda del 3%. Hay que recordar que Bruselas pone como fecha límite a los países miembros el año 2027 para esto, pero París ya ha iniciado diálogos con la Comisión para aplazarlos a 2029.
En su discurso ante la Asamblea Nacional, el conservador Michel Barnier aseguró que dos tercios de ese esfuerzo fiscal vendrán del “recorte del gasto público”, es decir, cerca de 40.000 millones de euros, mientras que el restante (menos de 20.000 millones) vendrán del aumento de los impuestos a grandes empresas y fortunas, entre otros.
Por el momento, desde el gabinete de Barnier todavía mantienen en secreto cómo va a ser esa nueva tributación “a los más ricos” que el ministro de Economía, Antonie Armand, se esfuerza en repetir a cada entrevista que va que son “de carácter temporal”.
Pero según contaron esta semana en el periódico Le Parisien, desde Bercy prevén triplicar la contribución excepcional para los más ricos con la que quieren recaudar 3.000 millones de euros, al mismo tiempo, subirán el tipo impositivo a las grandes empresas que ingresen más de 1.000 millones del 25% al 33%, con lo que pretenden recaudar hasta 8.000 millones. Además, vaticinan un aumento de 3.000 millones de euros en el impuesto a la electricidad y otros 3.000 millones adicionales a las empresas energéticas y a las recompras de acciones.
Con este recorte del gasto público de más de 40.000 millones de euros, las dispensas estatales sobre el PIB caerían del 56,8% este año al 56,3% en 2025. Sin embargo, sigue siendo el gasto público más elevado de la UE, donde la media está en torno al 49%. Hay que recordar que, desde 2019, el gasto público de Francia creció en 200.000 millones de euros y solo el año pasado se incrementó en 16.000 millones, según informó el anterior ministro de Finanzas, Bruno Le Maire.
Estos presupuestos que va a presentar el Gobierno galo prevén un crecimiento del PIB del 1,1% en 2025 tras un 1,1% que prevén en 2024. Por otro lado, la inflación media sería del 1,8%, frente al 2,1 con el que esperan cerrar este ejercicio fiscal. En cuanto a ingresos y gastos, prevén que las dispensas sean de 1,7 billones de euros el año próximo y unos ingresos de 1,56 billones.
Además del atraso de la revalorización de las pensiones, desde Bercy hablaron también de recortes en el gasto en Sanidad, bajándolo del 3,2% de este año al 2,8% en el próximo ejercicio. Eso sí, aclaran que cerca de la mitad del recorte de esos 40.000 millones provendrá de la administración central, mientras que el resto procederá de los ayuntamientos y de los ahorros de la Seguridad Social.
No va a ser fácil
Está previsto que el proyecto de Presupuestos Generales se presente el 10 de octubre en la Asamblea Nacional para su debate y posibles enmiendas. Barnier confía en su trayectoria como negociador, hay que tener en cuenta que fue el encargado de liderar la negociación entre la UE y Reino Unido tras le Brexit, aunque será un debate arduo ya que no cuenta con mayoría en la Cámara Baja.
A pesar de todo, si hay falta de consenso, es posible que recurra a la herramienta constitucional que evita la votación, tal y como se usó durantela reforma de las pensiones. La carta magna permite que el texto se pueda aprobar directamente tras la deliberación previa del Consejo de Ministros. Este artículo dice que solamente se puede echar atrás la aprobación si le presentan “una moción de censura durante las 24 horas posteriores”. El requisito es que esta moción debe ser firmada, al menos, por una décima parte de la Asamblea Nacional.
Antonie Armand sigue repitiendo que los aumentos de impuestos temporales “solo afectarán” a las clases más adineradas del país y a las empresas con un gran volumen de ingresos. En una entrevista en la radio RTL en la mañana de este miércoles, el jefe de la cartera de Economía reiteró que “de forma general”, no se van a alterar los tipos del impuesto sobre la renta y que no van a subir los impuestos “de las clases medias y medias superiores” de Francia. Por otro lado, en lo que respecta a las empresas, reiteró que sus medidas no van a afectar a las Pymes “que están muy expuestas en este momento”, reiteró.
Fuente: Revista El Economista