La Reserva Federal ha comunicado su decisión de mantener los tipos de interés en la horquilla del 4,25% y el 4,50%, tal y como se esperaba. La decisión ha sido unánime en esta ocasión. La incertidumbre en el impacto sobre la economía de las políticas de Donald Trump, quien aseguró en el Foro de Davos que exigiría una bajada del precio del dinero a la Fed, ha llevado a la autoridad monetaria a ser cautelosa y esperar nuevos datos económicos que certifiquen la bajada de la inflación hacia el objetivo del 2%. En este contexto, el mercado espera que el organismo encabezado por Jerome Powell reduzca el precio del dinero en 25 puntos básicos el próximo mes de junio.

El presidente de la Fed ha alertado de que “en la situación actual hay probablemente una incertidumbre elevada” por el cambio de Gobierno, pero “esto irá pasando, y en un tiempo volveremos a los niveles normales de incertidumbre”. Hasta entonces, asegura, “las previsiones son complicadas para todos”, por lo que la Fed ha preferido hacer una pausa y esperar antes de tomar más decisiones.

El banco central estadounidense apenas ha hecho cambios en su comunicado oficial. Solo ha cambiado una frase en el mensaje: ha eliminado la referencia que hizo en diciembre, que aseguraba que “la inflación ha hecho progresos hacia el objetivo del 2%”, una frase que ha desaparecido del discurso. El tono, así, es algo más ‘hawkish’ que los anteriores, al sugerir que la inflación ya no está avanzando hacia su objetivo.

En la rueda de prensa posterior, Powell aseguró que “Con nuestra situación de política monetaria significativamente restrictiva, no tenemos ninguna prisa para reducir los tipos“, y recordó que no están siguiendo ningún “camino predeterminado”. “Si la economía sigue siendo fuerte y la inflación no se mueve hacia el objetivo, podemos mantener la política monetaria restrictiva”, aseguró.

Respecto a las palabras de Trump en Davos, Powell se limitó a ‘pasar palabra’. “No voy a responder a lo que ha dicho el presidente, no es correcto que lo haga yo. Seguiremos haciendo lo que hacemos”, fue su breve respuesta sobre esas declaraciones. Y añadió que “no he tenido contacto con él” desde su toma de posesión. Eso significa, según reconoció, que “no sabemos aún qué ocurrirá con los aranceles, con la inmigración, con la política fiscal y regulatoria. Estamos empezando a ver las medidas, y todavía no hemos visto mucho. Estaremos vigilando con mucha atención.”

Y sobre el efecto inflacionario de las medidas anunciadas por el presidente, Powell volvió a pedir paciencia. “Hemos visto las expectativas de inflación moverse en el corto plazo, pero no en el largo. Creo que el comité está en el modo de espera”, dijo. Lo mismo dijo cuando los periodistas preguntaron por el papel de Elon Musk para recortar el presupuesto.

A juicio de Lindsay Rosner, responsable de inversión multisectorial de Goldman Sachs AM, la Fed “ha entrado en una nueva fase” en el proceso de recortes de tipos, ya que los datos macroeconómicos sólidos “permiten que haya un acercamiento paciente, teniendo en cuenta la enorme incertidumbre en los datos macroeconómicos y en la política”, explica. Rosner advierte de que el ciclo de bajadas de tipos todavía no ha acabado, pero que la Fed “querrá ver más progresos en los datos de inflación para poder bajar tipos de nuevo, y esto queda reforzado si se tiene en cuenta que han retirado la referencia a los progresos que estaba haciendo la inflación”, señala.

El anuncio de la Fed ha llegado en un día en el que los inversores tienen los ojos puestos en Microsoft, Meta y Tesla, firmas que presentarán resultados al cierre del mercado, en un contexto de máxima incertidumbre por el descalabro bursátil generado por DeepSeek y por Trump, cuyo gobierno ya ha señalado que, a partir del 1 de febrero, EEUU impondrá aranceles de 25% a México y Canadá. En palabras de Chris Low, analista de FHN Financial, “hay demasiadas incógnitas que pueden afectar a la inflación, el crecimiento y el mercado laboral”, afectando la hoja de ruta de la Fed.

Fuente: Revista El Economista

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