En diciembre de 2023, Argentina amaneció con una nueva dirección económica encabezada por Javier Milei, un economista poco convencional que prometió reducir la inflación a través de una drástica disminución del gasto público. Apenas un año después, su gobierno ha logrado avances notables. Como destaca The Economist, Milei “ha recortado el gasto gubernamental en un 30% en términos reales”, lo que ha implicado despidos masivos, la eliminación de subsidios y un congelamiento de salarios y pensiones estatales. Estas medidas agudizaron en un comienzo la recesión económica (fueron un ‘dolor’ de cabeza). Sin embargo, la economía se está estabilizando, vuelve a crecer y los argentinos apoyan sus políticas un año después. No obstante, el semanario también destaca las tareas pendientes y cómo la retirada de algunos subsidios han impactado en los estratos de la población más vulnerables.
El semanario británico destaca que no hay dudad de que “la gestión económica de Milei es una gran mejora con respecto a la de su predecesor. Durante la anterior administración peronista de izquierdas, el gobierno se ganó a los votantes acumulando enormes déficits presupuestarios. Para cubrir la factura, el banco central imprimió dinero, lo que llevó a una inflación altísima y a un peso casi sin valor. Los controles de precios de los alimentos y la vivienda provocaron escasez. Milei ha acabado con esas distorsiones. Aunque su enfoque de terapia de choque ha provocado algunos dolores a corto plazo, las condiciones macroeconómicas ahora se están estabilizando”, sentencia el semanario británico.
El impacto más notable de estas políticas ha sido la moderación de la inflación, que ha pasado de un alarmante 25,5% mensual en diciembre de 2023 a un modesto 2,7% en el mismo mes de 2024, según datos del Indec (el instituto de estadística argentino). Este logro, celebrado por economistas y mercados internacionales, marca un contraste notable con la gestión de la administración anterior. The Economist señala que durante el gobierno peronista, “el banco central imprimía dinero para cubrir déficits masivos, lo que llevó a una inflación descontrolada y al colapso del peso”.
La estabilización económica también se refleja en otros indicadores clave. Argentina ha pasado de déficits fiscales crónicos a registrar superávits primarios, y el mercado bursátil está experimentando un auge sin precedentes durante 2024, convirtiéndose en una de las mejores bolsas del mundo. Además, el riesgo país ha caído a niveles no vistos desde 2018, pasando de 2.500 puntos a los 626 de la actualidad, lo que mejora las perspectivas de financiación externa. Por si todo lo anterior fuera poco, The Economist destaca que “la economía volvió a crecer en el tercer trimestre de 2024, tras una fuerte contracción en años anteriores”.
El panorama económico sigue siendo complejo. Aunque la economía argentina creció un 3,9% en el tercer trimestre de 2024, impulsada principalmente por la inversión privada, sectores como la construcción y el consumo interno muestran cifras que todavía generan cierta preocupación. La construcción, por ejemplo, cayó un 29% en comparación con el año anterior, reflejando los efectos colaterales de las medidas de austeridad.
Los argentinos apoyan a Milei
No obstante, Milei cuenta con un respaldo popular significativo. Una encuesta de AtlasIntel revela que casi la mitad de los argentinos apoya sus políticas, a pesar de que solo uno de cada cinco considera que la economía está en buen estado. Este apoyo se explica, en parte, por la percepción de que su programa es un esfuerzo necesario para rescatar a Argentina del colapso económico. “El primer año de Milei no es un milagro, es lógica económica”, argumenta el economista Daniel Lacalle, que sostiene que la lógica económica se ha impuesto, por lo que la mejora de los indicadores económicos en Argentina no se puede denominar como milagro, es simplemente lógica.
El sector energético, particularmente Vaca Muerta, juega un papel crucial en la estrategia de Milei. Este yacimiento de petróleo y gas, que ya produce más de 430.000 barriles diarios, es un motor clave para la inversión y el crecimiento futuro. Con la desregulación (derribo de barreras a la entrada de capital e inversión extranjero), las primeras empresas extranjeras quieren invertir en los sectores de energía y materias primas, incluso ya han comenzado a cerrar importantes contratos.
Por otro lado, la reducción de la inflación ha permitido una recuperación en los salarios reales, aliviando la presión sobre los hogares. Los gestores de mercados aseguran que “la gestión de Milei ha equilibrado el presupuesto estatal y promovido una desregulación económica que incrementa la productividad”. Esto ha permitido un descenso en la tasa de pobreza por debajo del 40%, aunque aún queda un largo camino por recorrer.
Tras haber cumplido con un primer vencimiento de 4.300 millones de dólares en los primeros días de 2025, los gestores de fondos admiten que han ganado mucho dinero con la deuda argentina (el precio de los bonos ha subido con intensidad). “Tuvimos un año extraordinario en el lado largo en Argentina”, asegura un gestor de fondos de cobertura que poseía los bonos del país en declaraciones al Financial Times, otro diario financiero, pero que ha reducido su exposición este año. “La verdad que no me atrevería a estar corto en Argentina: hay buenas noticias por venir. Pero el verdadero trabajo pesado de los rendimientos fue en 2024″, sentencia este experto.
Además, las reformas estructurales están atrayendo capital extranjero. La estabilidad fiscal y las desregulaciones han generado un clima de confianza que impulsa la inversión privada, especialmente en sectores como la minería y la agricultura. Estos avances están contribuyendo al descenso de la tasa de paro, que cayó al 6,9% en el tercer trimestre de 2024, según los últimos datos oficiales.
Muchos retos por delante
A pesar de los logros, los retos siguen siendo enormes. Argentina aún enfrenta un nivel de deuda externa elevado y todavía depende de estrictos controles cambiarios para sostener el tipo de cambio del peso (aunque se prevé que este año podría retirarlos). Además, las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional para obtener financiación adicional podrían requerir nuevas reformas que pondrán a prueba la paciencia de los argentinos.
El desafío más grande de Milei será mantener el equilibrio entre los beneficios de sus reformas y el costo social de las mismas. Aunque su enfoque de “shock” ha generado resultados rápidos, el tiempo determinará si estas medidas son sostenibles y capaces de transformar estructuralmente la economía argentina.
Por ahora, Argentina transita un camino de esperanza y cautela. Como concluye The Economist, “Milei ha iniciado un cambio significativo, pero el verdadero éxito dependerá de su capacidad para mantener el rumbo en medio de la adversidad económica y social”. Los próximos años serán cruciales para consolidar este giro histórico en la economía argentina.
Fuente: Revista El Economista