Liga de Quito es el primer equipo de la Liga Pro en sumar dos coronas, a temporada seguida, fue campeón en 2023 y repitió al cierre de esta temporada tras imponerse a Independiente del Valle (global 3-1), derrotados a año seguido por los albos en la definición de un título.

El juego terminó 1-0, a favor de los locales, no hubo hazaña negriazul, pero sí una nueva alegría para los universitarios, que con esta llegan a trece coronas en el campeonato nacional para igualar a El Nacional. No obstante, en la otra vereda se sintió un duro remezón, un golpe para los rayados, que perdieron ante Liga una final a año seguido, y además ante los criollos la disputa del título de la Copa Ecuador 2024.

Se ofreció casa llena para la final por parte de la dirigencia rayada, con limitaciones para ingreso de la hinchada blanca, pero los visitantes fueron mayoría en el estadio Banco Guayaquil para hacer sentir su festejo al final del juego.

Necesitados de remontar el marcador, los locales salieron en busca del gol desde el arranque, presionaron a los albos en su campo y en 10 minutos mandaron el primer aviso. Keny Arroyo por derecha y un remate que el golero Alexander Domínguez salvó.

Toda la artillería negriazul se posicionó en campo universitario, pero Liga se hizo fuerte en defensa, y cuando soltó a sus jugadores estuvo cerca del gol de apertura.

Jhojan Julio sacó provecho de una zaga adelantada, que dejó espacios al atacante para que enfrente solo a Guido Villar, quien desde el piso desvió el balón (18 minutos) y mantuvo el cero.

Independiente insistió. Arroyo, Jeison Medina, Kendry Páez y Cristian Zabala, todos lo intentaron, remates frontales, esquinados y desviados en busca del gol, pero el más cercano fue Renato Ibarra, aunque al frente tuvo a Dida Domínguez, salvador para Liga en acciones claras de gol.

Un conato de incidentes estuvo cerca de manchar la final. Cayó Gabriel Villamil y el apuro de Mateo Carabajal por reanudar el juego molestó al boliviano, al auxilio llegaron jugadores de los dos bandos (33 minutos), que entre empujones buscaron imponer su ley, pero las amarillas para los dos primeros protagonistas frenaron el altercado.

Fue de nuevo Independiente a la carga, cada vez más presionado por el tiempo y tratando de sortear la solidez defensiva de los albos, que estuvieron cerca de romperse en la adición de la primera parte.

Tiro libre de Ibarra, arriba, esquinado, la parcialidad negriazul gritó el gol, pero la mano salvadora de Domínguez, en la esquina superior derecha, apagó la emoción de los locales para ir con un empate a 0 al descanso.

Arriesgar fue la consigna en el segundo episodio. Javier Gandolfi llenó los puestos en ofensiva, cuatro y hasta cinco elementos, que sumados a la desesperación por descontar hicieron de Independiente un cuadro impreciso y apurado.

Liga salvó el asedio y desde el arco la experiencia de Domínguez fue puntal para que el equipo se asiente. El golero manejó los tiempos del partido, dejó correr los segundos ante la molestia de los rayados, con reclamos en cancha y desde la banca, que no inmutaron al Dida.

Hasta el final lo buscó Independiente, con orgullo y amor propio, pero sin claridad para vulnerar a una zaga que, aunque se llenó de tarjetas amarillas, pudo evitar contratiempos.

El marcador se movió solo al final del juego, en la adición, fue tanto de Luis Zárate (90+6 minutos), gol para el registro, para hacer más decorosa la caída de los negriazules, que dejaron un global de 3-1.

Los rayados cayeron ante el transcurrir de tiempo, rival implacable, como lo fue Liga en la ida, con un 3-0 que fue imposible de remontar para los del valle, que cierran la temporada con las manos vacías, sin Copa Ecuador, derrotados por El Nacional y sin Liga Pro, trofeo que se mantiene en manos de los universitarios, primeros bicampeones desde que se instauró la Liga Profesional en 2019. (D)

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